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Toxoplasmosis, embarazo y alimentación

toxoplasmosis

Qué es la toxoplasmosis

La toxoplasmosis es una infección que provoca un parásito, el toxoplasma gondii.
En condiciones normales esta es una infección que suele pasar desapercibida, pero que durante el embarazo puede suponer un peligro real para el bebé, y que puede infectar tanto al feto como la placenta.

Esta infección puede tener diferentes grados, de leve a grave, y puede provocar que el bebé nazca sin vida a que una vez haya nacido presente problemas neurológicos o estructurales.

Toxoplasmosis y embarazo

El porcentaje de mujeres que contraen toxoplasmosis durante el embarazo es bajo, y no todas aquellas que tienen la infección, acaban infectando a sus bebés.

Conforme avanza el embarazo las probabilidades de infección del bebé aumentan. De modo que si la infección sucede durante el primer trimestre, el riesgo de infección es del 15%, y va aumentando trimestre a trimestre, así el segundo trimestre las probabilidades aumentan hasta el 30% y el último trimestre hasta un 60%.
En cambio, la gravedad de la toxoplasmosis es mayor para el feto si se infecta durante el primer trimestre que durante el segundo o tercero.

Se suele hablar de la toxoplasmosis durante el embarazo, pero bien es cierto, que si decides quedarte embarazada es muy importante hacerte las pruebas, y en el caso de que unos meses antes hayas sido infectada, esperes unos seis meses para intentar quedarte embarazada.

Cómo infectarse de toxoplasmosis

Gran parte de la infecciones por toxoplasmosis se deben a comer carne cruda o muy poco cocinada. También se puede contraer por comer vegetales o frutas frescas contaminadas, ocurre lo mismo con el agua e incluso con la tierra.

Los expertos creen que alrededor del 50 por ciento de las infecciones de toxoplasmosis se producen por comer carne infectada cruda o poco cocinada. No obstante, también puedes contraer el parásito de otras formas, como por ejemplo, si comes frutas o vegetales frescos contaminados, bebes agua contaminada, o tocas tierra contaminada, arena de la caja de un gato o carne que esté infectada y después te tocas la boca, la nariz o los ojos.

Gatos y toxoplasmosis

La toxoplasmosis también se puede contagiar a través de los gatos. Pero es conveniente recordad que los gatos sólo se contagian a través de la tierra o carne cruda infectada. Si el gato ya ha pasado la infección está inmunizado y no puede contagiar la toxoplasmosis. Para saberlo, hay que hacer un análisis al gato.

Por eso es muy importante que la limpieza de la tierra del gato se haga diariamente y sea otra persona, y no la embarazada quien lleve a cabo esta tarea, ya que las heces junto con la tierra son las fuentes de infección.
Esta infección no se transmite de persona a persona, excepto en el caso de madre e hijo durante el embarazo. Pero si se hace una transfusión de sangre o de órganos, si la persona donante está infectada, existe un riesgo alto de infección.

Alimentación durante el embarazo y toxoplasmosis

Si durante los análisis que se hacen a la futura madre se detecta que no ha padecido anteriormente toxoplasmosis, a la madre se le va a prohibir consumir cualquier producto cárnico durante el embarazo. Esto incluye los embutidos.
Esta prohibición se refiere a la carne que no haya sido previamente congelada o no esté cocinada en unas condiciones que nos aseguren que el toxoplasma haya sido eliminado.

La eliminación del toxoplasma se consigue cocinando a altas temperaturas, mayores de 65 grados. De modo que el microondas no va a ser suficiente.

Embutidos como el jamón de york, mortadela, pavo o chopped han sido, durante su elaboración industrial, cocidos a altas temperaturas.

En el caso del jamón serrano es diferente, pues está curado y no cocinado. Comer este tipo de jamón durante el embarazo es un riesgo.

Con respecto a la congelación, el toxoplasma se elimina a temperaturas a partir de los 20ºC bajo cero durante un periodo de dos días o a 10ºC bajo cero tres días.

Algunos congeladores domésticos no llegan a esas temperaturas, por lo que hay que tenerlo en cuenta antes de consumir carne que haya sido congelada en ellos.

Recomendaciones generales para evitar el contagio de la toxoplasmosis

Evitar beber leche que no haya pasado por el proceso de pasteurización, y productos derivados.
Lavar y pelar tanto la fruta como los vegetales antes de consumirlos.
No comer huevos crudos.
La higiene en la cocina es fundamental para evitar cualquier tipo de intoxicación alimentaria, y además en este caso, evitar la infección por toxoplasmosis, por este motivo hay que lavar con agua caliente y jabón las encimeras de la cocina y todos los utensilios que se usan para cocinar, como tablas, platos, cubiertos, etc.

Evitar tocarse la boca, nariz y ojos mientras se cocina, además hay que lavarse las manos tanto antes de cocinar como después, también cuando se vaya a comer.

Tratar de tener la comida bien guardada, sobre todo en épocas con temperaturas más altas, pues están más expuestas a insectos como moscas, etc.

Siempre que se coma fuera de casa, y no haya la total seguridad de que el agua no esté contaminada, hay que beber agua envasada.

Y por último, como el toxoplasma puede vivir durante bastante tiempo en la tierra, sobre todo en tierras húmedas, hay que evitar hacer cualquier tipo de trabajo relacionado con la jardinería o el campo.

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