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Suplementos vitamínicos durante el embarazo

antojos durante el embarazo

Cuando se empieza a contemplar la idea de tener un hijo es muy importante prepararse con antelación, así que las mujeres que tengan ciertos hábitos como el tabaquismo, es muy importante que dejen de fumar, así como restringir el consumo de alcohol.

Este es el momento perfecto para, si no se hace de forma habitual, tener una dieta equilibrada y variada. Además es muy importante tomar suplementos de ácido fólico y hierro.

Puede ocurrir que el embarazo llegue por sorpresa, no es ningún problema. Al final, lo que se debe hacer es llevar una dieta saludable, como se haría en cualquier otro momento de nuestra vida.

Si hay un requerimiento nutricional que no se va a poder conseguir a través de una dieta equilibrada y sana durante el embarazo, es el hierro, de modo que habrá que tomar suplementos vitamínicos de hierro.

Puede que debido a problemas durante el embarazo como náuseas, problemas de salud como haber sido sometida a una operación relacionada con la obesidad, o restricciones de dieta como vegetarianismo, veganismo, intoleracia a la lactosa u otros alimentos, embarazo múltiple o algún problema relacionado con el sistema circulatorio, debas tomar otros suplementos vitamínicos, será tu ginecólogo o médico de familia quien te recomendará tanto los suplementos como las cantidades a tomar.

Dieta equilibrada durante el embarazo

Los aportes calóricos diarios no debería ser mucho más superiores de lo que son sin estar embarazada, así unas 300 calorías diarias más serían suficientes. Estas cantidades cambiarán dependiendo de factores como por ejemplo el peso, o si el embarazo es múltiple.

Las patatas, pan y cereales, estos últimos integrales, pues contienen mayor cantidad de fibra, además de minerales y vitaminas. Estos alimentos representarán alrededor del 70% del total de la dieta.

Tomar de dos a tres raciones diarias de de productos lácteos frescos, como es la leche y los yogures.

Si tienes intolerancia a la lactosa, el ginecólogo te orientará sobre los alimentos que puede sustituir a estos productos lácteos.

Existen alimentos ricos en calcio sin lactosa como son la leche de soja, tofu, leche de almendras, leche de avellanas, sardinas, salmón, alubias rojas, vegetales de hoja verde.

En cuanto a los alimentos lácteos bajos en lactosa, tenemos los yogures naturales bajos en grasa y leche baja en grasa.

Las frutas y verduras contienen un importante aporte de vitaminas y minerales. A esto le podemos añadir los frutos secos. Se considera que el aporte necesario son cinco raciones de frutas y verduras al día. Pero cuidado, porque el brócoli, coliflor, coles de Bruselas, berzas y repollo, generan una importante cantidad de gases en el intestino, generando distensión abdominal, pero además retienen yodo, el cual, el organismo lo utiliza para la síntesis de las hormonas tiroídeas.

Las proteínas las podemos encontrar en alimentos como la carne, el pescado, y otros alimentos alternativos a estos como son los huevos, nueces y legumbres. Para conseguir la cantidad idónea de proteínas se aconseja tomar entre dos y tres porciones al día.

Hay que evitar en la medida de lo posible aquellos alimentos ricos en azúcares y grasas, ya que nos nos aportan nada que necesitemos, pero sí una cantidad excesiva de calorías.

Suplementos vitamínicos en el embarazo

Hay dos nutrientes que las mujeres embarazadas no ingieren en cantidades suficientes con la alimentación habitual, estos son el ácido fólico y hierro.

Ácido fólico
Aunque la dieta de las mujeres embarazas incluye algo de ácido fólico o folatos, no contienen las cantidades necesarias.

El ácido fólico es fundamental para evitar defectos del tubo neuronal como la espina bífida.

Se puede encontrar en alimentos como cereales, pan, verduras o cítricos como las naranjas.
Es muy recomendable tomar suplementos de ácido fólico cuando se ha decido quedarse embarazada, así como durante las primeras doce semanas de embarazo. Las cantidades serán estimadas por el ginecólogo, pero el suplemento será de alrededor de 400 microgramos.

Además hay que incluir en la dieta alimentos con alto contenido en ácido fólico como son las judías verdes, espinacas, guisantes, naranjas, pan y cereales.

Hierro
En el embarazo el cuerpo tiene que producir más sangre, y esta situación hace que la cantidad de hierro que hay en la sangre no sea suficiente.

Las cantidades recomendadas dependerán de factores propios de cada persona, pero la cantidad suele ser de entre 27 a 30 miligramos durante las primeras semanas del embarazo. Además, puede que se recomiende, junto al suplemento de hierro otro suplementos vitamínicos.

Se puede llegar a padecer una anemia ferropénica debido a la deficiencia de hierro. En tal caso, la cantidad del suplemento de hierro aumentará. Si padeces anemia antes de quedarte embarazada, debes comentárselo a tu ginecólogo o médico de cabecera.

Otros suplementos

Mientras se siga con una dieta sana, equilibrada y diversa durante el embarazo, donde las verduras y la fruta predominen, no será necesario tomar ningún otro complemento vitamínico, a no ser que el ginecólogo o médico de cabecera digan lo contrario.

Tomar otros suplementos vitamínicos que no hayan sido prescritos por el ginecólogo o médico de familia pueden resultar peligrosos para el feto debido a altas dosis de vitaminas.

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