En los últimos tiempos se ha incrementado de manera considerable el consumo de estos suplementos vitamínicos. En la mayor parte de las ocasiones, su consumo se debe a una especie de auto medicación, es decir, sin ningún tipo de prescripción médica se decide que se necesitan esos suplementos.
También está muy relacionado el consumo de estos suplementos vitamínicos con la musculación en gimnasios.
Bien, ahora veamos si realmente estos suplementos son buenos, necesarios y además sus efectos son los esperados.
El cuerpo no expulsa siempre los excesos de vitaminas
Podemos hablar de dos tipos de vitaminas, las liposolubles y las hidrosolubles.
En el caso de las primeras, se disuelven el grasas y se acumulan la capa lípidica. Este tipo de vitaminas son Vitamina D, E, K1, K2 y A.
Con respecto a las vitaminas hidrosolubles (folatos y Vitamina B), aunque se expulsan mediante la orina, esto no sucede de forma inmediata, de modo que se producen cúmulos de estas sustancias, y dependiendo de las cantidades que se hayan ingerido y del sistema renal, se irán expulsando. Así pues un exceso de vitaminas, puede provocar problemas.
Osteoporosis
Un consumo excesivo de Vitamina A, o hipervitaminosis es toxico a largo plazo. Esto se debe a que es capaz de provocar efectos perniciosos en los órganos encargados de metabolizarla. Algunos de estos órganos son el hígado, los huesos y los ojos.
Así pues, esto puede llegar a provocar visión borrosa, falta de apetito, pérdida de peso y osteoporosis.
El motivo principal para llegar hasta ese punto, es que la contiene beta-caroteno, que inhibe tanto la creación de la capa ósea mineral como del aumento de su grosor, esta situación, ademas, aumenta el riesgo de fractura de los huesos.
Esta situación sucede cuando el consumo de los suplementos vitamínicos es a largo plazo.
Calcificaciones de los riñones y los pulmones
Cuando se consume durante bastante tiempo algún suplementos vitamínico de Vitamina D, se puede llegar a incrementar los niveles de calcio en el plasma celular. Esto puede provocar aumentar la tensión arterial, o la calcificación de tejidos blandos como riñones o pulmones.
En el caso de la vitamina D, esta la produce el cuerpo de forma natural, gracias a la acción de los rayos del sol sobre la piel, de modo que se desaconseja totalmente su consumo durante el verano.
Piedras en el riñón
Si se consumen suplementos vitamínicos de Vitamina C, puede llegar a provocar piedras en el riñón.
Cuando se degrada la Vitamina C se produce oxalato, y este es uno de los principales actores que crean las piedras de calcio en la orina.
Por otro lado, la vitamina C en altas dosis puede inhibir el citrato urinario, cuya función es precisamente inhibir la formación de piedras en el riñón.
Problemas estomacales y urticaria
Algunos de los suplementos vitamínicos que suelen prescribir lo médicos es el de Vitamina B12. Esto se debe a que los más ancianos, en muchas ocasiones tienen carencias de esta vitamina. Pero no sólo ellos, si no también mujeres embarazadas.
Además, también se suele usar para disminuir los efectos del síndro pre-menstrual. Hasta aquí todo correcto, es más, siempre y cuando esté prescrito por un médico y este haga un seguimiento de la evolución, habrá que tomarlos, pero no hay que dejar de lado algún efecto secundario que pueda tener. Y estos efectos vienen dados por un exceso de su consumo.
Algunas de las reacciones más comunes son urticarias, problemas digestivos, dolores de cabeza, e incluso en el peor de los casos trombosis vasculares o muerte súbita.
Enfermedades cardiovasculares y cáncer
No son pocas las ocasiones en las que se dice que el consumo de estos suplementos previenen enfermedades de tipo cardiovascular o incluso cáncer. Pues bien, la realidad es que no existe ningún estudio científico que evidencie este hecho. Así pues, si la razón por la que has decidido tomar estos suplementos es para alejarte del cáncer o enfermedades cardiovasculares, es mejor que no los sigas tomando.
Mejora de las funciones cognitivas
En este caso, volvemos a lo mismo que el anterior. No existe ningún estudio científico que pueda certificar que su consumo mejora las funciones cognitivas, es decir, memoria y capacidad de pensar, aquí puedes añadir análisis, etc.
Cáncer de pulmón
En esta caso hablaríamos de una de cal y otra de arena, como popularmente se suele decir. Por un lado, el beta-caroteno, es un importante protector de la piel frente a la radiación solar, ya que es capaz de neutralizar los rayos ultravioleta. Así pues, si vamos a la playa, tendríamos otro filtro solar, además de la sombrilla y de la crema solar.
Pero por otro lado, el beta-caroteno sintético, que es el que contienen los suplementos vitamínicos, puede llegar a aumentar hasta un 20% la probabilidad de cáncer de pulmón en personas que fuman de forma habitual.
Así pues, no creo que sea buena idea el consumo de beta-caroteno sintético, cuando podemos conseguirlo de forma natural a través de algunos alimentos.
Conclusión
Como has visto, los suplementos en la mayoría de los casos no son necesarios, y es más, su consumo puede producir graves problemas a tu salud.
Pero realmente no hacen falta estos suplementos, a no ser que tu médico lo prescriba. Y esto se debe a que es el propio cuerpo el que es capaz de fabricar todas las vitaminas por sí solo. Lo que debemos hacer es tener una dieta equilibrada, comer verduras, lácteos, pescado y en menor medida carne.
Podemos hablar de problemas con la Vitamina D y B12 en caso de aquellas personas que llevan dietas vegetarianas rigurosas o veganos.