El salvado de avena es uno de los cereales más completos que existen gracias a sus aportes energéticos y nutritivos.
Introducir este alimento en los desayunos va a ayudar a afrontar las primeras horas del día con la energía suficiente, y además de la forma más sana posible.
¿Qué es el salvado de avena?
Quizás esta sea una de las primeras preguntas que te hagas, pero ¿Qué es el salvado de avena? Pues bien, el salvado es la capa externa del grano de la avena, y se consigue una vez que se han refinado los granos de avena.
Esta parte de la avena es muy rica en proteínas, fibra, minerales, vitaminas y grasas. No consumir esta capa de la avena es dejar de tomar una importante cantidad de aportes nutricionales que el organismo necesita.
¿Cuál es la composición del salvado de avena?
Son muchos los aportes del salvado de avena, a continuación te contamos por cada 100 gramos de este salvado, qué es lo que se consigue en términos nutricionales.
100 gramos de avena suponen alrededor de 250kcal, esa es la energía que aporta. Esta energía la conseguimos gracias a los hidratos de carbono, que suponen alrededor del 52% del total de los aportes, en segundo lugar, alrededor del 16% son proteínas, 15% de fibras, 7% de grasas, 6,5% de agua.
En menor medida nos encontramos con aportes de fósforo, potasio, magnesio, sodio, hierro, calcio o cinc. Pero es que además el salvado es muy rico en vitaminas B1, B2, B3 y B6, además de vitamina E y ácido fólico, este último, un elemento muy necesario para aquellas mujeres que están embarazadas.
Como habrás podido comprobar, no hemos hablado de aporte en colesterol, y es que el salvado de avena no contiene colesterol, además la cantidad de grasas poliinsaturadas es el doble que el de grasas saturadas. Como ves, con el salvado de avena todo son ventajas.
Beneficios del salvado de avena
Son muchos los beneficios que vamos a obtener del consumo de salvado de avena.
Gracias a su aporte de fibra ayuda a regular el tránsito intestinal y además previene contra el estreñimiento.
Controla los niveles de azúcar en sangre y los niveles de colesterol.
Para aquellos que padecen de hipertensión, el consumo del salvado de avena les va a ayudar a disminuir la tensión arterial.
Gracias a las grandes cantidades de fibra soluble que contiene, permite absorber grandes cantidades de líquido, aumentando su volumen, haciéndonos sentir llenos y retrasando la sensación de hambre.
Ayuda en la prevención de cáncer de colón y de recto, así como la aparición de hemorroides.
Ralentiza la asimilación de azúcar, manteniendo los niveles de azúcar en sangre bajos y estables. De modo que se puede considerar al salvado de avena como un alimento de bajo índice glucémico. El índice glucémico mide la velocidad de absorción de los azúcares. Esto quieres decir que se ha de evitar el consumo de alimentos que contengan azúcares que se absorban rápidamente, ya que esto va a provocar subidas bruscas de glucosa en sangre, hiperglucemias. Comer alimentos con bajo índice glucémico ayuda a la prevención y tratamiento de la diabetes. Si quieres más información sobre este asunto te recomendamos leer este artículo, Síntomas de la diabetes infantil.
El salvado de avena en el desayuno
El salvado de avena se puede tomar de diferentes maneras en el desayuno.
Acompañando a la leche, en un bol con yogur natural sin azúcares y trozos de fruta como manzana o plátano.
En muchos países se desayuna porridge, que no es más que hervir la avena con la leche en un cazo e ir dando vueltas poco a poco hasta que consigue la consistencia que más nos gusta.
Te invito a que sigas esta receta, Porridge de avena con manzana.
La avena la puedes encontrar en cualquier supermercado y herbolarios, es muy buena para la salud, y además es un alimento bastante barato.
