Comida rápida
Mucho se ha hablado de la cómida rápida y de los restaurantes donde se sirven, de las técnicas que usan para hacernos creer que lo que comemos es sano, cuando está bastante lejos de ser sano ese tipo de comida.
Con el tiempo las técnicas de márketing han ido perfeccionándose y ahora conocen y saben cómo vendernos sus productos, como engancharnos y hacernos volver, a veces no por nosotros, si no por que convencen y enganchan más fácilmente a nuestros hijos, y por supuesto, gastar cuánto más mejor.
A continuación te mostramos algunos de los trucos que usan estos establecimientos.
Carta de bienvenida
Todos sabemos la importancia que tiene la presentación de los platos, muchas veces, preparar platos atractivos hace que nuestros hijos coman alimentos que de otra manera les costaría más.
Eso que sabemos nosotros, las cadenas de comida rápida, lo tienen bastante estudiado, saben que comemos por los ojos, y más aún los más pequeños, de modo que la presentación de la comida es un capítulo muy importante en sus técnicas de márketing.
Para que los clientes entren en un restaurante de comida rápida, el local tiene que estar accesible y visible, y la combinación de ambas junto con un reclamo que puede que no nos demos cuenta, el color, hará que entremos casi sin darnos cuenta.
Ubicación y visibilidad, si pensamos dónde se sitúan este tipo de restaurantes, nos daremos cuenta que suelen estar en lugares estratégicos, con carteles enormes indicando que están ahí, mostrando ofertas increíbles y una foto de uno de sus productos que resulta muy suculenta, y sobre todo el color, predominando el rojo. Además la amplitud y el diseño de su interior nos invita a entrar y consumir.
En las principales calles de las ciudades nos encontraremos este tipo de establecimientos, en los centros comerciales.
Lo simple
Estos establecimientos son simples, tan simples que hasta el menú es simple, tres o cuatro platos principales para elegir, que además, debido al bombardeo en publicidad quizás hasta los conozcamos de memoria. Y además de esos platos, algo para acompañar, tan poco saludable como la comida principal.
¿Te imaginas yendo de vacaciones a China? ¿Serías capaz de pedir lo que quieres comer sin saber una palabra de chino? Pues sí, ya que sólo tienes que apuntar la foto de aquello que deseas comer, y el precio lo ves directamente en la caja resgistradora. No hace falta que te expliquen qué ingredientes lleva esa comida.
Una cosa que gusta a los más pequeños es comer con las manos, y ¿Cuáles son los cubiertos más habituales en estos restaurantes de comida rápida? Sí, ninguno, esa es la respuesta, quizás una cuchara para comer el postre.
El sistema de atención al público es extremadamente simple.
El ambiente
Los olores predominan en estos establecimientos, ya que si no tenemos mucho apetito, oler comida incrementará nuestras ganas de comer, si tenemos hambre, el olor hará que compremos más cantidad de la que realmente queremos comer.
Mientras esperamos en la cola, vemos pasar gente con la comida que ya han pedido, de alguna manera están excitando nuestros sentidos olfativo y vista, y esto no es casualidad, está muy estudiado.
Clientes desde pequeños
Te habrás dado cuenta que los restaurantes de comida rápida siempre tienen un menú infantil, que además suele ir acompañado de algún juguete, ¿Qué más puede pedir un niño/a? Comida que pueden comer con las manos, y encima un juguete que posiblemente tenga algo que ver con alguna serie o película infantil.
Aquí la pregunta es ¿Cuántos niños van solos a los restaurantes? Ninguno, pero ellos puede llegar a convencer a sus padres a la hora de elegir un restaurante donde comer.
Además consiguen que los más pequeños se diviertan, y cada vez que quieren comer y divertirse se acordarán de ese restaurante, y cuando crezcan, si no han tomado conciencia de que comer esa comida es un riesgo para la salud, volverán.
Y ahora la comida
Cuanto más grande mejor
Si nos fijamos cuáles son las mejores ofertas, o comparando precio/tamaño qué menú es el más barato, nos daremos cuenta que siempre son aquellos que son más grandes.
Esto significa más calorías, y subir de forma importante y descontrolada el índice glucémico. El índice glucémico tiene que mantenerse estable, ya que de esta manera el cuerpo no nos va a pedir comer a deshoras, ¿Qué ocurre cuando se nos dispara el índice glucémico? Pues ocurre tan rápido como sube debido a la ingesta de azúcares y grasas saturadas, tenemos la sensación de saciedad, pero tan rápido como sube baja, y eso provoca que volvamos a sentir la necesidad de comer.
Y ahí está el truco, hacernos sentir la necesidad de comer muchas veces, y claro, comida que llame mucho la atención, comida con grandes cantidades de azúcares y grasas saturadas.
Cuanto más mejor y más caro
¿Cómo conseguir que gastes más? Pues puede parecer que los restaurantes de comida rápida resulten más baratos que los convencionales, pues puede que esto no sea así, y además de pagar más estés comiendo alimentos que son malos para la salud.
Si pedimos varios productos que no sean parte de un combo, va a ser más caro, y esto no es casualidad, si pedimos el combo, tendremos varios productos diferentes, que como hemos comentado antes, además hará que comamos más de lo que necesitamos.
Pero en muchas ocasiones además del menú se piden otros productos para compartir, estos productos para compartir suelen venir en un solo envase pero llevan la cantidad de tres, de modo que vamos a comer mucho más, y comeremos de manera más irracional, no es lo mismo abrir tres envases que uno, a partir del segundo pensaríamos que ya hemos comido suficiente, sin embargo de esta manera nos hacen comer de forma totalmente irracional, y pagando más.
A todo esto hay que añadir que la comida que se sirve en estos restaurantes de comida rápida es hipercalórica, con una importante cantidad de azúcares y grasas saturadas. Los ingredientes no son de las mejores calidades, y muchos de ellos son procesados. No hay que olvidar que además de la comida que ofrecen, los otros dos pilares de estos establecimientos son los refrescos azucarados y las salsas como el kétchup y la mostaza.