Las intolerancias alimentarias cada día son más comunes, y son muchas, ocurre lo mismo con las alergias. Y una de estas intoleracias, es la intolerancia a la fructosa.
Son muchos los factores que nos rodean que nos hacen más proclives a padecer intolerancias y alergias.
Pero veamos primero qué es la fructosa
Qué es la fructosa
Pues la fructosa es un azúcar simple que se encuentra en las frutas, cuando se ingiere se hace en forma de sacarosa. Es una molécula que está formada por glucosa y fructosa, cuando se ingiere, se separa en el intestino en sus dos moléculas.
La fructosa tiene que ser absorbida por las células intestinales y metabolizada por el organismo para poder ser aprovechada.
Si el organismo no es capaz de llevar a cabo esa metabolización y absorción, es cuando aparece la llamada intolerancia a la fructosa.
Intolerancia hereditaria y malabsorción
Hay que tener en cuenta que puede haber dos motivos relativos a la intolerancia a la fructosa.
Por un lado existe la llamada intolerancia hereditaria a la fructosa, y por otro lado la malabsorción a la fructosa. Veámos a continuación en qué se diferencian.
La intolerancia hereditaria a la fructosa se debe a un problema genético, así pues cuando una persona sufre intolerancia hereditaria a la fructosa, el organismo es incapaz de metabolizarla de forma correcta a pesar que sean absorbidas por las células intestinales.
Esta situación provoca que la acumulación de una unas sustancias que resultan tóxicas para el organismo.
Si se padece esta intolerancia, en los bebés puede suponer una dificultad importante para ganar peso, disfunción hepática, icteria, vómitos o deshidratación. Esto suele ocurrir cuando se empieza con la introducción de alimentos que contienen fructosa como son los cereales, fruta, etc.
Así pues el diagnóstico de esta intolerancia hereditaria suele ocurrir en edades tempranas.
La malabsorción de la fructosa, es más común, y en este caso el origen es que las células intestinales no pueden absorber de manera correcta la fructosa.
Los síntomas más comunes son los gases, dolor abdominal, diarrea o nauseas.
Qué alimentos contienen fructosa
Podemos encontrar la fructosa en alimentos como la miel, verduras, frutas y otros alimentos que son de origen vegetal.
Las cantidades que se encuentra de fructosa en los alimentos que la contienen puede variar dependiendo de algunos factores como son la condiciones en que estos alimentos se han producido.
Pero además, se puede encontrar fructosa en otros productos como edulcorante, esto ocurre en productos para diabéticos, excipiente en medicamentos u otros productos dietéticos.
Tratamiento de la intolerancia a la fructosa por malabsorción
Una dieta donde la fructosa este restringida será el tratamiento a llevar a cabo, pero como siempre, debe ser un médico quien, a partir del diagnóstico de esta intolerancia, y del grado de la misma, indicará cómo debe de ser de restrictiva la dieta con respecto a la fructosa.