¿Qué es la encopresis?
A partir de los cuatro años de edad, los niños deberían ser capaces de acudir al baño cuando necesita defecar. Pero a veces sucede que, sin existir una causa orgánica que lo justifique, el niño defeca de forma involuntaria.
Esta situación recuerda a la Enuresis, persistencia de las micciones en edades posteriores a los 6 años, cuando se ha alcanzado la madurez vesical. Sin embargo, la enuresis suele ocurrir durante la noche, al contrario que la encopresis, que sucede durante el día.
A diferencia de la incontinencia fecal infantil que tiene una raíz orgánica, la encopresis tiene más que ver con los cambios y maduración de la personalidad propios de la edad.
Otras causas de la encopresis son la educación de los esfínteres, que quizás fue demasiado temprana o insuficiente, trastornos emocionales y en algunos casos el estreñimiento crónico.
¿Cuáles son los síntomas de la encopresis?
Debido a que la encopresis puede provocar vergüenza, pérdida de confianza en uno mismo o culpabilidad, es probable que el niño quiera ocultarlo y mantener las defecaciones en secreto.
Evacuar heces muy grandes.
Incontinencia intestinal.
Padecer estreñimiento y heces duras.
¿Cómo se trata la encopresis?
Es fundamental mantener unos hábitos saludables de defecaciones y evitar el estreñimiento
Para los niños es fundamental tener un autoestima saludable, evitar los miedos, vergüenzas y temores innecesarios, y es ahí donde los padres deben trabajar para ayudar y apoyar a los hijos en vez de hacerles sentir mal por el hecho de tener defecaciones en la ropa.
Los laxantes y enemas ayudan a eliminar las heces secas y duras, pero no hay que abusar del uso de estos elementos, es preferible acudir al pediatra para que oriente cómo llevar a cabo el tratamiento.
Como siempre, y para todo, la alimentación es fundamental, por eso, una dieta rica en fibra, con granos integrales, verduras y fruras, así como la ingesta de líquidos va a ayudar a mantener las heces blandas, y facilitar de este modo su expulsión.
Además, si vemos que el niño muestra vergüenza y le afecta al autoestima, es conveniente acudir a un terapeuta que ayude a afrontar esta situación para que no se convierta en un trauma.
Normalmente, los niños responden al tratamiento de forma positiva.
En casos excepcionales, se puede dar una encopresis sin que haya estreñimiento, si es así, se necesitará la ayuda de un psiquiatra para determinar cual es el origen del problema.
Es fundamental dar la importancia que se merece a la encopresis, ya que de otro modo, el niño puede desarrollar un estreñimiento crónico, y con respecto a su autoestima, puede acabar frustrando sus relaciones sociales.
Prevenir la encopresis
Es muy importante educar a los esfínteres, hacer ver a los niños que acudir al baño es algo positivo, y nunca negativo.
La comida es muy importante, y mantener una dieta sana y equilibrada siempre va a ayudar.
No hay que dudar en acudir a un pediatra cuando reconozcamos estos síntomas en un niño mayor de cuatro años.