¿De dónde viene el colesterol?
Son dos fuentes las que aportan colesterol al cuerpo, principalmente el hígado, y por otro lado las grasas saturadas que consumimos.
Como todos los animales producen colesterol a partir de su hígado, al consumir productos animales, estamos incorporando al nuestro organismo ese colesterol.
Algunos de los alimentos donde encontramos ese colesterol es en la carne, productos lácteos, huevos (sobre todo la yema) y vísceras. Este aporte de colesterol es absorbido por el intestino, a se añade al ya producido por nuestro hígado.
La fuente de colesterol externa principal son las grasas saturadas.
Tipos de colesterol
Existen dos tipos de colesterol, conocidos como colesterol bueno y colesterol malo.
EL HDL o colesterol bueno tiene lipoproteínas de densidad alta, este tipo de colesterol ayuda a reducir el colesterol en sangre. Este colesterol tiene como misión remover el colesterol de las paredes de las arterias y lo devuelve al hígado, y es que es el propio hígado el que produce este tipo de colesterol. Hacer deporte de forma habitual y tener una dieta baja en grasas y rica en fibras, ayuda a mantener unos niveles óptimos de este colesterol bueno.
Por el contrario, el colesterol de baja densidad LDL, es el que se va acumulando en las paredes de las arterias. Debido a esta acumulación, se forman placas que dificultan la llegada de la sangre al corazón, esta situación aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Los niveles de este colesterol tienen que ser bajos, siempre por debajo de los 100 mg/dl, si supera los 160 mg/dl, se considera que empezamos a tener un serio problema de colesterol malo en sangre.
Los niveles de este colesterol malo aumentan debido a una dieta rica en grasas de origen animal.
¿Cómo recibe nuestro organismo el colesterol?
La sangre transporta, además del oxigeno necesario para nuestra supervivencia, otro tipo de aportes nutritivos para el funcionamiento de los diferentes organismo, la sangre es bombeada por el corazón a través de las arterias.
Si los niveles de colesterol son altos, significa que en las arterias quedan restos de colesterol formando placas, que con el paso de los años, si no se reduce el colesterol, se van haciendo más grandes reduciendo o incluso llegando a bloquear el flujo sanguíneo.
Dos situaciones que se pueden llegar a dar por ese bloqueo de sangre, son, por un lado, si el flujo de sangre que va hacia el cerebro se bloquea, se produce un accidente cerebro-vascular, o si lo que se bloquea es una arteria coronaria, es cuando se produce un ataque al corazón.
Alimentos ha evitar cuando tenemos el colesterol alto
Como nuestro cuerpo es capaz de producir su propio colesterol, tenemos que controlar nuestra dieta para evitar aportar más colesterol del denominado malo. En este caso hay que controlar los alimentos ricos en colesterol y los ricos en grasas saturadas.
Las carnes, como hemos comentado anteriormente son ricos en colesterol, de modo que hay que restringir su consumo. No hay que comer embutidos, hamburguesas, salchichas. Las carnes con menos grasas y que se pueden comer son pechuga de pollo y pavo, pues son bajas en grasas.
De los huevos, hay que evitar comer la yema, pues es ahí donde está toda la grasa del huevo.
Debemos evitar cualquier producto lácteo que no sea descremados, y por supuesto, evitar productos derivados de los lácteos como las cremas y los helados, que además contienen niveles altos de azúcar. Los quesos grasos también son ricos en colesterol.
Por supuesto hay que evitar el consumo de postres ricos en azúcares, el chocolate y cualquier producto procesado como pasteles, bollería industrial, etc.
Los productos donde la grasa es la parte fundamental como el tocino, bacon, manteca, mantequilla o panceta deben ser eliminados de la dieta.
Las salsas como la mayonesa hay que evitarlas, puesto que contienen huevo. Otras salsas como la mostaza o el ketchup contienen muchos azúcares y son bastante nocivas para la salud.
Las frutas en general son buenas, y debemos consumirlas de forma diaria, pero el coco contiene niveles muy altos de ácidos grasos saturados, por eso es importante evitar tanto el coco como sus productos derivados, aceite de coco, leche de coco, etc.
Y por último el alcohol, sobre todo aquella bebidas alcohólicas con graduaciones muy altas.
Tener una dieta sana y equilibrada así como hacer deporte de forma habitual desde la temprana infancia son fundamentales para evitar problemas y enfermedades derivados del colesterol.
