Es cierto que la tradición mediterránea nos dice el mejor aceite es el aceite de oliva virgen extra. Pero esto no significa que el aceite de girasol no sea bueno, o incluso negativo para la salud.
Los orígenes del aceite de girasol están en América del Norte. Los españoles lo llevaron a Europa en el siglo XVI. En la actualidad es el aceite más consumido tanto en España como Europa.
Propiedades del aceite de girasol
Una de las propiedades más destacadas del aceite de girasol es su alto contenido en vitamina E. Pero aquí hay que recordar que este alto contenido en vitamina E sólo lo vamos a encontrar en el aceite de primera presión en frío y además, consumido en frío.
Gracias a la calidad de los ácidos grasos que contiene, además de los ácidos linoleico y oleico, reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, así como problemas circulatorios o incluso infartos.
Su alto contenido en vitamina E lo convierte en una gran ayuda para mantener la piel en perfecto estado. También esta vitamina tiene un efecto antioxidante.
El aceite de girasol ayuda a regular el metabolismo del colesterol. Pero también ayuda a drenar los abscesos de colesterol en tejidos y también en las arterias, manteniendo las paredes de estas limpias.
También ayuda a reducir los niveles de colesterol malo, LDL y los niveles de triglicéridos.
El aceite de girasol vs aceite de oliva
No son pocas las veces que se comparan los aceites de girasol y oliva. Normalmente, este último suele tener mejor prensa que el primero, pero veamos sus diferencias.
En el aceite de oliva hay que destacar su alto contenido en ácidos grasos poliinsaturados. Estos son realmente importantes para el funcionamiento correcto del organismo. También contribuyen al buen funcionamiento del sistema circulatorio y actividad celular, puesto que nos ayudan a reducir los niveles de colesterol malo.
El aceite de oliva tiene propiedades laxantes, esto ocurre consumiéndolo en ayunas.
A diferencia del aceite de girasol, el aceite de oliva aguante mucho mejor las altas temperaturas sin perder cualidades ni adquiriendo ciertas toxinas como sí las adquiere el aceite de girasol. Así pues, para cocinar, no hay duda, elige siempre aceite de oliva virgen extra.
Si lo quieres comer en crudo, elige cualquiera de los dos, puesto que las propiedades son muy similares, y ambos son muy saludables.
Ya has visto cuáles son las diferencias entre ambos aceites. Son saludables, eso sí, el aceite de girasol recuerda, siempre crudo.
Puedes ver más diferencias en el siguiente artículo, Qué es mejor, el aceite de oliva y el aceite de girasol.
El aceite de girasol en la cocina
Hemos comentado anteriormente que se ha de consumir preferiblemente frío, en ensaladas o con otro tipo de alimentos aliñados. Esto se debe a que no soporta bien las altas temperaturas, y frito no resulta nada saludable. Así que recuerda, el aceite de girasol siempre crudo. Además, da un rico sabor a semillas de girasol, por lo que tus platos van a quedar con un toque diferente.
Estaría bien recordar que el aceite de girasol realmente sabroso es aquel que proviene de las semillas de girasol sin refinar, y como hemos comentado más arriba que sea de presión en frío. Podrás comprobar que tiene un excelente sabor.