Enfermedades

Ortorexia, obsesión por la comida sana

obesidad

Cuando comer se convierte en controlar la alimentación de una forma exhaustiva, una obsesión por comer sano, comprobar las etiquetas de los productos de manera obsesiva, contar las calorías, buscar sólo alimentos orgánicos que no tengan ni conservantes ni colorantes ni grasas saturadas. Una fina línea a veces separa el intentar comer sano de la ortorexia.

Normalmente este comportamiento se suele trasladar también a quienes conviven con aquellos que padecen ortorexia.

¿Qué es la ortorexia?

La orterexia es un trastorno obsesivo compulsivo. Algunas de las características que tiene esta enfermedad son las siguientes;

Hacer una selección rigurosa de alimentos sanos excluyendo aquellos que no lo son.

No sólo se seleccionan los alimentos más sanos, sino que en su preparación se hace de la forma más sana.

No permitirse nunca comer alguno de aquellos alimentos ricos en grasas.

Minimizar las relaciones sociales para no comer fuera de casa.

Demonizar aquellos alimentos que no se consideran sanos y hacerlo extensible a quienes tienen cerca si comen alguno de esos alimentos.

Obsesión por contar calorías.

Utilizar más de tres horas en organizar las comidas.

¿Quienes suelen padecer ortorexia?

La ortorexia empieza a ser una enfermedad bastante extendida en los países del primer mundo, afectando a más del 28% de la población según la OMS, y además estas cifras van en aumento.

Bien es cierto que en las sociedades desarrolladas cada vez se tiende a comer más y además los alimentos son de peor calidad debido a que mucha comida es procesada, frutas y verduras son tratadas con fertilizantes y pesticidas, y la alimentación y tratamiento de las carnes cada vez es menos natural. Esta situación lleva a mucha gente a ser consciente de la importancia de una alimentación sana y equilibrada, lo cual no es malo, el problema viene cuando esto se convierte en una obsesión patológica.

Todas las personas pueden ser susceptibles de padecer ortorexia, pero afecta principalmente a adolescentes de ambos sexos, deportistas de élite, culturistas, adultos de medio/alto poder socioeconómico y mujeres.

Algunas de las características de aquellos quienes presentan este trastorno son personas perfeccionistas, meticulosas y muy ordenadas.

Consecuencias de la ortorexia

Debido a dietas tan estrictas durante tanto tiempo, las personas que padecen este trastorno suelen tener problemas cardiovasculares y de hipotensión así como déficit de grasa.

Debido a sus posiciones radicales frente a los alimentos se producen estados que alternan la euforia, angustia y ansiedad. Cada vez que comen aquello que ellos consideran sano entran en estados de euforia donde se auto confirman en sus ideas de estilo de vida sana.

Por otro lado, cuando no está en sus manos la elección de lo que van a comer, o incluso la propia elaboración, sufren esta situación con angustia.

El hecho de buscar una alimentación sana no quiere decir que no deseen en ocasiones comer alimentos de los considerados no sanos, como por ejemplo patatas fritas, bollería industrial, etc. Ese deseo se convierte en ansiedad.

Hay casos en los que las personas que padecen ortorexia, frente al rechazo de una comida pueden llegar a tener reacciones somáticas, el organismo rechaza el alimento y produce mal estar al comerlo.

Cuanto más tiempo una persona padece ortorexia, suele tender a la negación de la ingesta de carnes, sobre todo rojas, y grasas, además de otros grupos de alimentos. Esta situación puede conllevar riesgos como tener carencias nutricionales. Debido a esto, se puede llegar a tomar suplementos nutricionales, lo que con el paso del tiempo puede tener un impacto negativo en el organismo debido a problemas renales, osteoporosis y desmineralización de los huesos.

Es muy importante detectar a tiempo este trastorno, ya que la alimentación es fundamental para un desarrollo sano y correcto. La variedad alimentaria en la dieta diaria, así como el disfrute en las comidas, nos hace sentir bien tanto a nivel físico como a nivel psíquico.

Si se lleva demasiado lejos la obsesión por las comidas sanas, al final es nuestro organismo el que se va a ver perjudicado.

La dieta mediterránea, una vida con actividad física regular, y disfrutar de la vida con amigos y familia evitará llegar a los extremos de la ortorexia.

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