En los últimos tiempos se viene hablando de los superalimentos, aquellos alimentos que se considera que tiene una serie de beneficios y aportes nutricionales que les hace diferentes, o que se han seleccionado como nuevos alimentos de moda. Y la moringa es uno de ellos.
Orígenes de la moringa
La moringa es un árbol originario del norte de la India, y tanto sus hojas como sus frutos, desde hace mucho tiempo son habituales en los platos de los países asiáticos de clima tropical y subtropical. En los últimos tiempos también empieza a hacerse un hueco en las mesas de Reino Unido y de Estados Unidos.
Propiedades de la moringa
Gracias a sus propiedades se ha venido utilizando para mejorar la calidad de vida, ya que su consumo estimula las defensas del organismo, ayuda a mejorar las digestiones, es un desintoxicante y ayuda a prevenir los dolores de cabeza. No sin olvidar su propiedad más importante, es antioxidante.
Esta propiedad hace su consumo nos beneficie frente a los radicales libres, el envejecimiento de las células y dicen, las enfermedades degenerativas.
También es un importante antibacteriano, esto se puede encontrar principalmente en el polvo de sus semillas, así pues, se entiende que en ciertas zonas de Asia se utilice para prevenir infecciones.
Contiene minerales como el calcio, potasio, magnesio y hierro. El magnesio ayuda en la absorción de minerales por parte de nuestro organismo. Y con el calcio reforzamos nuestros huesos y ayudamos a prevenir enfermedades como la osteoporosis. Por otro lado, su consumo es fundamental para controlar la presión arterial.
Las proteínas de origen vegetal y los aminoácidos que contiene son fundamentales para el tejido cartilaginoso, además de la piel. Por otro lado, en el caso de aquellas personas con dietas vegetarianas o veganas, su consumo les ayuda a aportar más proteínas.
Cómo se consume
Su sabor es bueno, por lo tanto no es un obstáculo para su consumo. Sus hojas se pueden comer en ensaladas. Y los frutos que contienen sus vainas son similares a los garbanzos.
Además, sus semillas se pueden utilizar para hacer aceite, ya que su contenido en ácidos grasos insaturados es alto.
Conclusión
Parece que la moringa se va a hacer más habitual en las cocinas de otros lugares del mundo más allá de Asia, pero si bien es cierto que sus propiedades lo hacen muy apreciable, no hay que olvidar que no es un árbol originario de nuestras latitudes. Esto significa que su consumo, conlleva el traslado desde las zonas donde se cultiva, con el consiguiente impacto en el medio ambiente. Siempre es mejor consumir alimentos de Kilómetro Cero.