Normalmente es bastante habitual que los hijos pongan reparos a la hora de comer, ya sea porque haya alimentos que no les gustan, por llamar la atención o por empezar la fase de autonomía, donde se inician en el yo. La fruta es de los alimentos que más cuesta introducir a la hora de diversificar la dieta.
Si algo debemos tener presente es la importancia de la fruta en la dieta tanto de nuestros hijos como la nuestra, ya que de otra manera podemos caer en el error de sustituir la fruta por otro tipo de alimento como yogures, etc. Si bien, otros alimentos pueden ser complementarios a la fruta, no la pueden sustituir.
Por qué es importante la fruta en la dieta de nuestros hijos
La fruta aporta vitaminas, minerales y oligoelementos, estos aportes son fundamentales para el correcto desarrollo y funcionamiento de nuestro organismo, ya que si se sufre carencia de alguna de ellos se pueden padecer enfermedades y graves trastornos.
Comer una pieza de fruta al día o un zumo casero sin azúcares añadidos debería ser lo habitual. También es importante consumir las frutas de temporada, ya que de esta manera recibiremos los aportes necesarios para la época del año en la que nos encontramos además de ahorrarnos unos euros en la cesta de la compra. Te animamos a que veas cuáles son las frutas de temporada de cada mes.
Si algo debemos hacer los padres con los hijos es enseñarles unos hábitos alimentarios saludables, porque lo que aprendan de pequeños les servirá de mayores para evitar enfermedades derivadas de una mala alimentación. Es por ello que una de las tareas que debemos llevar a cabo es enseñarles que comer fruta es necesario y muy importante para la salud, ellos nos escuchan y nos entienden, y como padres que somos, para ellos somos un patrón a seguir, por lo tanto, si nosotros comemos fruta de forma habitual, ellos también lo harán.
Cuando son más pequeños debemos intentar que la fruta les seduzca, y esto es más fácil de lo que parece, pues la fruta es colorida, de modo que echando un poco de imaginación nos inventaremos historias divertidas alrededor de la fruta y los colores, para que ellos lo tomen como un juego en el que quieren participar, y de esta manera coman fruta de una forma más natural.
La presentación es muy importante, por lo que podemos pelar la fruta e intentar hacer figuras que les resulten atractivas para llamar su atención, los propios colores de la fruta y su sabor harán el resto.
Es muy importante que los niños coman la misma fruta que comen los padres, así viendo que comen como los mayores le incitará a no rechazar la fruta.
Tenemos asociada la fruta al postre, pero también la podemos usar en ensaladas, añadiendo trozos de manzana, por ejemplo. O antes de empezar a comer, les podemos ofrecer como picoteo trozos de fruta con formas llamativas, sin intentar darle importancia al hecho de lo que está comiendo es fruta. Muchas veces la imposición produce rechazo.
Hacer uso de los zumos de fruta caseros, nunca de los envasados ya que estos contienen azúcares y otros aditivos que a la larga van a ser más perjudiciales que beneficiosos. Estos zumos los pueden tomar a la hora de la comida, desayuno, merienda o cena.
Con el tiempo aceptarán comer fruta, y puede que tengan alguna favorita y desechen otras, pero es una cuestión de tiempo y de usar pequeños trucos fáciles que harán más sencilla esta tarea.
