Muchos padres sufren como sus hijos la hora de la comida, convirtiéndose este momento, que debería ser agradable, en un momento de estrés.
Pero hay algunos trucos que pueden ayudar a los padres a conseguir con éxito que los hijos coman y que la hora de la comida sea un momento agradable.
Trucos para bebés
Pecho demanda. La leche materna es el alimento más completo y nutritivo para e niño, de modo que si no tiene una pérdida de peso, la lactancia se podría alargar entre el año a los dos años, será el bebé quien lo pedirá cuando tenga hambre.
Las papillas. Cuando los niños empiezan a tomar papillas hay que tener en cuenta que normalmente ninguno llega a terminar la cantidad recomendada, ya que es orientativa, no es una regla.
El crecimiento al año de vida. A los 12 meses el crecimiento del niño se va frenando, de modo que no necesitan las mismas cantidades de alimentos. Hay que tener esto en cuenta, y hacer un seguimiento con el pediatra de las necesidades nutricionales y sus cantidades.
El percentil. Hay muchas gráficas que indican el percentil, dependiendo del país hay unas u otras, como siempre, el pediatra nos lo indicará.
El sueño. Es importante alimentar a los bebés cuando están despiertos, y no pretender interrumpir el sueño para que coman. Por ese motivo hay bebés que no comen cuando están despiertos, y es que ya se sienten saciado.
Cómo introducir los alimentos. Cuando el bebé ya tiene seis meses, poco a poco se pueden ir añadiendo nuevo sabores.
Trucos para niños
Frustración en los niños. Para el niños, los padres son lo más importante, en ocasiones los padres insisten en que coma más cuando ya está lleno, cuando esto ocurre, los niños no entienden por qué en quienes tiene toda la confianza le obligan a comer más enfadándose y le gritándole. No se debe insistir a toda costa a que el niño termine el plato.
Las verduras. Debido al tamaño del estómago de los niños, las cantidades que pueden comer son pequeñas. En el caso de las verduras, al contener mucha fibra y a penas calorías, al comer mucha cantidad se sienten llenos pero no saciados, por este motivo, suelen rechazar las verduras. Hay que acompañar las verduras con otros alimentos que les sacíen.
Ni broncas ni sobornos. Hay que servir en el plato sólo lo que se suela comer aunque parezca poco ya que si tiene hambre pedirá más. Hay que evitar el chantaje y las broncas.
Acostumbrarse a comer de todo. No hay que desistir en que coma un determinado alimento ya que de esta manera logrará que no lo odie en el futuro, además, si no se obliga al niño a comerla, con el tiempo la acabará probando.
Que coma solo. La negación del niño a comer se puede deber a que sea él quien quiera comer solo. Puede que la hora de la comida se alargue, pero poco a poco se le debe dar independencia.
Chuches no, gracias. Los niños no deberían comer chuches, pues es lo peor que les podemos dar, a pesar que sea lo que más nos reclamen.
Rechazo a los sabores desconocidos. En ocasiones, los niños hacen bola, escupen o llegan a vomitar la comida, la razón suele ser el rechazo a los sabores desconocidos, y esto se hace como reflejo natural para preservar la supervivencia. De modo que aunque lo rechacen al principio, se acabarán acostumbrando a los sabores.
Alergias. Las alergias pueden provocar que los niños rechacen alimentos, como por ejemplo la leche, el huevo o el gluten. Por eso, no conviene obligarles a comer, ya que una alergia podría estar detrás del rechazo.
Trucos para los padres
La vuelta al trabajo de la madre. Cuando las madres vuelven al trabajo después de la baja maternal, hay bebés que rechazan alimentarse si no es la madre quien les alimenta. En cualquier caso, cuando ella vuelve a casa, el niño se alimentará hasta saciarse.
Los padres y su visión de la inapetencia. Cuando un niño no come, los padres suelen entenderlo como algo personal, incluso muchas madres consideran como un deber atiborrar a los hijos.
La culpa. Muchos padres se sienten frustrados cuando los hijos muestran rechazo a la comida, sobre todo los primerizos, pues creen que no son capaces de hacerlo como sus padres lo hicieron con ellos.
Cantidades necesarias
Cantidades de comida necesaria. Cada niño tiene unas necesidades diferentes, hay quienes comen mucho, y los que casi no comen. Es por ello que el seguimiento que haga el pediatra será lo que determine si el niño está comiendo menos de lo necesario o más, y no nuestras apreciaciones personales.
Cuando no comen. A veces por enfermedades y otras por los celos, hay niños que rechazan la comida, pero este rechazo es transitorio, ya que una vez superan la situación, vuelven a tener apetito.