¿Qué son las marcas blancas?
Desde hace unos años nos hemos ido acostumbrando poco a poco a llenar el carrito de la compra con productos de los denominados como marcas blancas, en su original “parasit brands” en inglés.
Esto se debe a que la tan manida crisis nos ha hecho fijarnos en ciertos productos que se podían conseguir a un precio mucho más asequible, sin pérdida de calidad, frente a la marca original.
Las marcas blancas son las marcas que pertenecen a la cadena de distribución, es decir al supermercado o hipermercado. Fue en el año 1976 cuando se introdujeron en España por primera vez marcas blancas en los supermercados, ¿Ya han pasado unos años, verdad?
Los supermercados e hipermercados, para ganar cuota de mercado, desarrollan sus propias marcas y “sus productos”. En muchas ocasiones parecen copias del producto original.
Ventajas de la compra de marcas blancas
Estas marcas blancas están tan presentes en los supermercados debido, en muchos casos, a su innegable relación entre la calidad que ofrecen y el precio del producto. Este precio es normalmente más bajo que el del producto “copiado” u original.
Así pues, a la hora de elegir, no son pocas las veces que nos inclinamos por este tipo de productos. Gracias a sus precios competitivos y su calidad, han hecho que en los últimos años se hayan convertidos en los grandes protagonistas de nuestros carritos de la compra.
Nos permiten, o bien gastar menos dinero, o comprar más productos, por el mismo precio que si compráramos los productos originales.
No siempre la calidad entre el producto original y la marca blanca. En los inicios de este tipo de productos, la calidad solía ser inferior, pero en los últimos años esta tendencia ha cambiado. En general la calidad suele ser la misma, ¿Por qué? Te lo explicamos en el siguiente punto ¿Quién fabrica las marcas blancas?
La siguiente pregunta sería, ¿Por qué se venden más baratos si la calidad es la misma? La respuesta es más sencilla de lo que parece. ¿Has visto alguna vez publicidad de marcas blancas? Exacto, no. Así pues la respuesta es la siguiente, los productos originales, de marca, además de su coste de producción, llevan asociados importantes costes de márketing para su lanzamiento y comercialización.
Anunciarse en televisión no es precisamente barato, ni poner vallas publicitarias. De modo que esos costes que se ahorran las marcas blancas repercuten directamente en el precio que pagamos.
¿Quién fabrica las marcas blancas?
Una vez leído esto pareciera como si hubiera una competencia desleal entre las marcas blancas y los productos originales.
A simple vista, un producto de marca blanca intenta copiar y ser lo más similar posible en aspecto al producto original. Así el consumidor puede caer en la trampa de la equivocación, aunque que esto ocurra no es tan sencillo.
Pero la realidad es que en muchos casos, son los propios fabricantes de las marcas originales los que producen para los supermercados e hipermercados estas marcas blancas. Como puedes ver, los fabricantes no sufren una piratería por parte de las cadenas de distribución.
Este punto es sencillo de comprobar. En la parte trasera de las etiquetas suele aparecer el nombre de la marca donde indica que fabrica productos para la cadena de distribución.
Así pues, las marcas cubren todos los sectores de demanda de productos, desde los más caros, a los más baratos. De esta manera, conocen perfectamente tanto nuestros hábitos de consumo, como nuestra capacidad de compra.
Si quieres comprobar cuál es el fabricante de cada producto de marca blanca que compras, además de ver la parte trasera de la etiqueta, puedes comprobarlo en la página de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición, introduciendo el número RGSA (Registro general sanitario de empresas alimentarias). Esta es la página, Empresas Alimentarias Inscritas en España.
