Las espinacas
Las espinacas son una de las verduras más saludables que podemos añadir en la alimentación infantil sana. Son ideales ya que pueden consumirse en cualquier estación del año y además son fáciles de incluir en cualquier tipo de recetas infantiles y en general para toda la familia.
El origen de las espinacas
Nos llegaron procedentes del sudeste asiático y en España fueron introducidas por los árabes en el siglo XI. En un inicio no era un producto muy popular y no fue hasta el siglo XX, momento en el que se descubrieron sus propiedades nutricionales, que se popularizaron. Desde entonces han pasado a ser uno de los alimentos más recomendados por endocrinos y dietistas.
Las espinacas una fuente de salud
Las espinacas son una verdura que está compuesta mayoritariamente por agua, conteniendo unas cantidades de grasa e hidratos de carbono casi despreciables y es por ello por lo que apenas si nos aporta 22 kilocalorías por cada 100 gramos. Posee además mucha fibra y por ello produce sensación de saciedad, lo que ayuda a sentirnos plenos con poca cantidad de comida.
Si por algo por lo que destacan las espinacas es por alto contenido en vitaminas y minerales. Aporta provitamina A, la cual es esencial para la visión y el buen estado de la piel, las mucosas, el cabello y el sistema inmunológico. Además de vitamina A, las espinacas nos aportan vitamina C, que actúa en la formación del colágeno, glóbulos rojos, huesos y dientes y por eso es un excelente alimento en las etapas de crecimiento de infantil. Son además una excelente fuente de vitamina B2, la cual se encarga de crear anticuerpos e interviene en la obtención de energía para el mantenimiento del tejido epitelial de las mucosas; aportará por tanto a nuestros hijos una sistema inmunológico fuerte y eficaz.
No debemos dejar de la lado su alto contenido en minerales, abundan en ellas el magnesio, el cual favorecerá el funcionamiento intestinal, el sistema nervioso y los músculos. Son fuente importante de potasio, necesario para la generación de impulsos nerviosos. Poseen además gran cantidad de fósforo que ayudará a la formación de unos huesos y dientes sanos; y en yodo, que es fundamental para el correcto funcionamiento de la glándula tiroides, la cual se encarga de regular el metabolismo.
¿Cómo debemos elegir las espincas?
Cuando vayamos a la frutería a comprar espinacas frescas debemos seleccionar aquellas que tienen un color verde brillante y uniforme; deberemos descartar aquellas que tengas manchas rojizas o amarillas, ya que puede ser indicativo de haber sufrido contaminación por hongos. Una vez que las hayamos comprado es recomendable consumirlas lo antes posible y si vamos conservarlas unos días es preferibles guardarlas en bolsas de plástico perforadas e introducirlas en el cajón para verduras de la nevera, así nos aguantarán dos semanas tras la compra. También podemos adquirirlas congeladas, si es así deberemos tener el momento de la descongelación el cual deberá realizarse en la nevera para que se produzca lentamente y de manera uniforme.
¿Cómo podemos preparlas?
Existen infinidad de recetas infantiles a las que podemos añadir espinacas. Uno de los métodos más sencillo para que nuestros hijos las devoren es en forma de crema (sólo tenemos que rehogarlas y añadir dos quesitos y un poco de leche y remover de manera constante en la sartén). Pero también podemos desatar nuestra creatividad e incluirlas en infinidad de recetas como crepes, pizzas, relleno de canelones o lasaña, relleno de hortalizas como calabacines o berenjenas, etc. ¡Las posibilidades son infinitas!
