Época del año de consumo de las cerezas
Con la llegada de la primavera llegan nuevos alimentos a nuestras mesas que son aquellos que podemos considerar como alimentos de temporada, aquellos que se recogen en una época determinada del año debido al clima y que pertenecen a la región donde se consumen.
Son muchos los beneficios del consumo de estos alimentos, puesto que al comerlos durante el periodo de su recogida, seguimos el ciclo de vida natural impuesto por la condiciones tanto geográficas como climatológicas, además de ayudar a la economía local.
Las cerezas son uno de estos productos que pertenecen a la primavera como periodo de recogida y consumo.
Origen de las cerezas
Se conocen una amplia variedad de cerezas aunque las más comunes son las Prunus cesarus y las Prunus avium.
El origen de las cerezas se encuentra entre los mares Caspio y Negro, durante el imperio romano, al conquistar la colonia Kerasus que se encontraba en el imperio griego, el general Lucio Licinio Lúculo llevo una considerable cantidad de ejemplares a Roma, en concreto 74, y debido a la influencia y expansión del Imperio Romano, las cerezas se fueron llevando hasta los diferentes confines que ocupaba el imperio. El nombre de cerezas en castellano proviene precisamente de Kerasus (en la actualidad se conoce a esta antigua colonia como Giresun y se encuentra en Turquía), transformándose en la actual palabra cerezas.
Propiedades y beneficios de las cerezas para la salud
Como cualquier fruta, su consumo contribuye al desarrollo del sistema inmunológico y al desarrollo natural de los niños.
El color rojo de las cerezas se debe a una importante concentración de hierro en su composición, lo cual lo hace muy apropiado para aquellas personas que pasan por etapas de anemia o están faltos de minerales en la sangre.
Las cerezas más oscuras contienen mayor cantidad de hierro, magnesio y potasio que las otras variedades más claras, pero todas son una buena fuente de silicio y de provitamina A (beta-caroteno), de Vitamina A, B, C, además de gran cantidad de fósforo, azufre, sodio y calcio.
Gracias a las vitaminas y minerales que aportan, hacen de las cerezas una fruta que ayuda en el rendimiento así como del fortalecimiento de las funciones cerebrales ayudando a la buena memoria. Lo cual es muy importante durante la etapa escolar de nuestros hijos.
La composición de las cerezas ayudan en las funciones depurativas del organismo, ayudando a la disolución de las impurezas orgánicas y a la expulsión del ácido úrico.
Las cerezas nos ayudan a revitalizar todo el organismo regenerando las funciones excretoras y sanguíneas.
Debido a a su gran capacidad regeneradora de los tejidos orgánicos, es recomendada en casos de obesidad, estreñimiento y trastornos gástricos así como artritis, arteriosclerosis y reumatismo. También por ser algo laxante, suele ser de una gran ayuda en caso de estreñimiento.
Debido a su contenido de ácido elágico, inhibiendo este ácido la reproducción de células cancerígenas, le convierte en un gran protector de nuestro organismo contra el cáncer.
Su consumo diario ayuda a reducir los niveles de ácido úrico en sangre, ayudando a evitar la gota
.
Tanto la fibra como el potasio que contienen las cerezas favorecen la circulación intestinal y la eliminación de líquidos, asegurando de este modo el drenaje del sistema urinario y digestivo. Gracias a esto también previene la formación de cálculos renales y biliares.
La cerezas contienen melatonina, una hormona que se segrega por la glándula pineal durante la noche, esta hormona participa en la regulación del sueño y también en la temperatura corporal, de modo que su consumo junto con una actividad deportiva adecuada ayudará al descanso nocturno de los niños.
Formas de consumo de las cerezas
Debido a que se suele estropear con bastante rapidez se aconseja conservar en el frigorífico dentro de un recipiente de plástico o bolsa de plástico.
Si las cerezas no están aún maduras, conviene conservarlas a temperatura ambiente.
Si va a cocinar con cerezas trate de no cocerla, pues este proceso puede quitarle gran parte de sus propiedades. Es por esto que se aconseja usarla en la cocina en su estado más natural posible, como ensaladas.
Los zumos de cereza son muy sabrosos y es una forma muy efectiva de conseguir que sea consumida por nuestros hijos, aunque su forma y color ya la hacen atractiva de por sí.
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