Ventajas Lactancia

 

Actualmente es indiscutible que el procedimiento óptimo para alimentar a un niño durante los primeros seis meses de su vida es administrarle la leche de su madre. Es un alimento producido «a medida» para el niño, y le aporta numerosas ventajas, no sólo nutricionales, pues también favorece su desarrollo psicoafectivo y mejora sus mecanismos defensivos frente a infecciones.

La leche materna,  además, contiene sustancias que contribuyen a madurar el tracto gastrointestinal. También la madre se beneficia del hecho de amamantar a su hijo: se reducen las pérdidas de sangre posparto, el útero involuciona más rápidamente, se regulan los intervalos entre embarazos y disminuye el riesgo de cáncer de mama y ovario. Por otra parte, la lactancia materna puede ejercer cierto efecto anticonceptivo.

Actualmente la leche materna ya no es un alimento insustituible, dado que la industria, tras muchos años de estudio incesante e inversiones millonarias en investigación, ha conseguido diseñar fórmulas cada vez más cercanas en su composición a la de la leche de mujer. Sin embargo, del mismo modo que la sangre no puede fabricarse, la leche humana con todas sus características tampoco.

Generalidades

La leche materna es un alimento vivo, no sólo porque contiene células inmunocompetentes, sino también porque su composición varía. Es diferente en cada momento del día, es distinta de una mama a otra durante la misma toma y es diferente para un nacido a término o uno pretérmino.

Asimismo, su composición se modifica según el número de embarazos previos y el número de hijos en cada parto.

En la tabla 1 se resumen los condicionantes de la composición de la leche humana.

 

La leche de una especie mamífera está formulada de acuerdo con las características de las crías de ese mamífero; así, su contenido en elementos plásticos, proteínas y sales minerales es el adecuado a su velocidad de crecimiento, y la carga renal de solutos es la que mejor se adapta a la función renal. La leyenda de Rómulo y Remo no es científicamente creíble, habida cuenta de que la carga renal de solutos de la leche de loba es muy alta para la función renal de un recién nacido, que tiene escasa capacidad de concentración. Si la loba hubiese alimentado con su leche a los recién nacidos Rómulo y Remo, éstos habrían padecido una deshidratación hipertónica grave a la que difícilmente habrían sobrevivido.

La OMS recomienda lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de edad y luego continuar dando pecho hasta los 2 años junto a la alimentación complementaria. La Academia Americana de Pediatría recomienda la lactancia materna hasta los 6 meses, pero admite que puede iniciarse la alimentación complementaria a los 4 meses de vida. Para cumplir estas recomendaciones, es necesario que los profesionales de la sanidad estimulen la instauración de la lactancia materna dando información adecuada a las madres para desterrar ideas falsas y ofreciendo a las familias apoyo emocional para prolongar la lactancia natural. Nuestra información ha de ser exacta, convincente y de fácil comprensión para la pareja que espera un hijo, pero nunca debe ser coactiva, y debe dejarse libertad para elegir la forma de alimentar al bebé. En caso de que se opte por la alimentación artificial, también es preciso realizar un asesoramiento adecuado, ya que en esta situación la posibilidad de error es mayor, pues no se trata de un procedimiento instintivamente aprendido, como la lactancia materna.

La promoción de la lactancia materna ha sido considerada una de las medidas que deben ponerse en práctica para disminuir la morbimortalidad infantil.

En la tabla 2 se resumen las características generales de la leche de mujer