Cuando comienza la época escolar, es importante que nuestros hijos lleven una alimentación acorde a las exigencias que suponen tanto el colegio, como las actividades extra escolares, de modo que debemos darle gran importancia a esta hora de la comida y a los alimentos que van a comer nuestros hijos.
Qué no es bueno en la merienda
El consumo de snacks, bollería indutrial, bizcochos y chocolates (saturados de sal, calorías, azúcares y grasas) han aumentado de forma preocupante en los últimos años aumentando la obesidad y el riesgo de enfermedades cardiovasculares, y el motivo es simple, resultan atractivos, son sabrosos y son más prácticos para los padres, ya que no requieren de preparación y a los niños les gusta.
El problema son las consecuencias de la mala alimentación infantil por exceso y mala calidad de los alimentos, más aún si son dulces industriales, esto se ha convertido en un problema de salud pública.
La alimentación infantil se puede comparar con la construcción de una casa, la elección de los materiales que se elijan para su construcción (de buena o mala calidad), condicionará la firmeza y durabilidad de su estructura. En nuestros hijos es similar, la alimentación que reciben en la infancia será en gran medida la responsable del estado futuro de su salud.
Para lograr una buena alimentación, dentro de las comidas que deben consumir los niños durante el día, la merienda escolar ocupa un lugar importante, debido a la gran actividad que los niños asumen por las tardes, actividades extra escolares, los deberes escolares que tendrán que completar, y otras actividades propias de la edad. Por eso las meriendas no deben ser muy copiosas, ya que la cena no tardará en llegar, pero sí deben contener las aportaciones necesarias para que nuestros hijos puedan llevar a cabo todas las actividades de la tarde de forma satisfactoria.
Para que la merienda forme parte de una alimentación sana y equilibrada, hay algunas pautas que pueden resultar útiles;
Evitar la merienda con golosinas o bollería industrial.
En los casos en que el, niño esté mal acostumbrado en cuanto a la calidad de su merienda, los padres tienen que enseñarles nuevos hábitos, incentivando el consumo de frutas, alternándolo con otras meriendas no recomendables hasta que el niño se acostumbre.
Las alternativas de meriendas saludables pueden llegar a ser infinitas. Sólo basta un poco de imaginación y del gusto del pequeño.
Los zumos azucarados y refrescos, contienen un alto contenido de azúcar (gran enemigo de las caries y factor de obesidad infantil), por lo que sería bueno reemplazarlo por leche o un zumo natural.
Preparar la merienda saludable requiere de planificación y organización
Tenga siempre los alimentos que necesita, como las frutas que no requieren partirse o pelarse para que sean fáciles de llevar. Un bocadillo con embutido, preparado con pan que no sea de molde, ya que este tiene un alto contenido de azúcares, es otra opción cuya preparación no nos supondrá un gran esfuerzo, y acompañado de un zumo natural o leche resultará una merienda completa y sana para la alimentación de nuestros hijos.
Preparar la merienda con anticipación
Preparar la merienda con anticipación y que permita que los niños participen de la elección, para lograr una mayor aceptación.
Para que la merienda sea atractiva debe empezar por conocer bien y aceptar las preferencias de sus hijos. Pregúntele al niño qué le gustaría llevar de merienda ofreciéndole diferentes opciones nutritivas enseñándole a disfrutar de alimentos sanos y asegurándose que lo que llevan es de su agrado.
Sea práctico: la merienda fácil y rápida
Los niños prefieren comer rápidamente para aprovechar el máximo de su recreo jugando. Lo mejor es algo que puedan abrir y manipular fácil y rápido. La clave de las meriendas es que sean compactas y nutritivas.
Que la merienda sea creativo
Si los alimentos son atractivos para sus hijos hay más probabilidad de que los consuman y que aprendan a disfrutar de comidas sanas y nutritivas.
Los padres deben ser conscientes que son ellos quienes deben marcar las pautas para una alimentación infantil saludable, y para ello es importante que siendo los padres el modelo a seguir por los hijos, se les debe educar con el ejemplo, llevando una dieta sana y saludable.
