Muchas personas conciben el desayuno únicamente con la ingesta de un café, un zumo o tostadas, estando lejos de lo recomendado para una dieta equilibrada. Teniendo en cuenta además, que no suele haber otra ingesta de alimentos hasta la hora de la comida. De ahí la importancia del desayuno para que nos ayude a afrontar las primeras horas del día, que suelen ser las de más actividad para los niños.
El desayuno
La importancia del desayuno dentro de la alimentación infantil, viene dada por varios factores, como son el aprendizaje de hábitos alimentarios saludables, y por el crecimiento y desarrollo de nuestros hijos en la época escolar, siendo un desayuno equilibrado aquél que va a proporcionar el aporte calórico y los nutrientes necesarios.
La importancia del desayuno
Muchos padres no dan la importancia que se merece al desayuno, y una falta de este o un desayuno ligero puede provocar a nuestros hijos problemas de concentración y mal humor debido a un déficit de glucosa, ya que la última ingesta que se hizo fue la cena, y desde ese momento pueden haber pasado alrededor de ocho horas. La falta de glucosa durante la etapa escolar puede condicionar el aprendizaje, el rendimiento del niño, su creatividad, una falta de memoria o la capacidad para resolver problemas de una forma más rápida y efectiva, lo cual condicionará el desarrollo de nuestros hijos en el futuro, de ahí la importancia del desayuno en la alimentación infantil.
Cuando se omite el desayuno, o este no nos aporta la suficiente energía, el cuerpo pone en marcha unos mecanismos, como el descenso de la hormona insulina y el aumento del cortisol para mantener el nivel de azúcar en sangre (glucemia) en valores correctos, y estos cambios van a influir de forma negativa en el rendimiento tanto físico como intelectual.
Un desayuno equilibrado
Entre el 20 y el 25% de las calorías que se ingieren a lo largo del día tienen que estar presentes en el desayuno, para ello, un desayuno equilibrado deberá estar compuesto de lácteos, cereales y frutas. También se puede incluir embutidos poco grasos. Siempre se debe evitar la bollería industrial.
Los cerealesaportan hidratos de carbono (energía, vitaminas y minerales), si además son integrales añadiremos fibra.
Los productos lácteos contienen proteínas de calidad, calcio, vitaminas A y D, y vitaminas del grupo B.
Las frutas nos aportan hidratos de carbono, agua, vitaminas, minerales y fibra.
Los preparados cárnicos como el jamón cocido o serrano y los fiambres poco grasos (de pollo o pavo), contienen proteínas de calidad con función formadora (de construcción de tejidos y células) y cantidades de grasa con función energética.
Un desayuno sano, una salud equilibrada
Las personas que toman un desayuno sano y equilibrado suelen mantener su peso dentro de límites saludables en mayor medida que las que no desayunan, o el desayuno no aporta los suficientes nutrientes. Repartir el consumo de calorías en 4 ó 5 comidas al día, ayuda a que no se sobrecargue ninguna de ellas y además evita picar entre horas.