Los cereales pertenecen a la familia de las gramíneas, los granos de estas son la base de nuestra alimentación. Los cereales contienen almidón que es la fuente de calorías más importante consumida por el ser humano, siendo un constituyente imprescindible desde el punto de vista nutricional.
Entre los hidratos de carbono, las proteínas, lípidos y sales minerales, los cereales también contienen fibras.
Algunos de los cereales más comunes son el centeno, el maíz, la avena, la cebada y el trigo, siendo todos ellos portadores de gran cantidad de aportes nutricionales, vitaminas y proteína.
Tipos de cereales, integrales y refinados
Se llama cereales refinados a aquellos que se les ha quitado el salvado y el germen que son precisamente estas partes las más densas en nutrientes y las que contienen la fibra, algunos de estos los encontramos en el pan blanco, el arroz blanco y la harina blanca.
Debido a esto es más beneficioso y saludable es consumir cereales integrales.
Dos tipos de fibras, solubles e insolubles
Las fibras ayudan a eliminar toxinas acumuladas en el intestino, su consumo evita problemas como el colesterol en la sangre, también evitan la formación de varices y hemorroides. También se usan para tratar la diabetes.
Su consumo ayuda a evitar la aparición del cáncer de cólon. También favorecen el tránsito intestinal.
Las fibras solubles se disuelven en agua, las podemos encontrar en el salvado de avena y en las legumbres, ayudan a reducir la absorción de azúcares y grasas. También ayudan a regular la función intestinal.
A diferencia de las fibras solubles, las no solubles no se llegan a disolver en agua. Las podemos encontrar en los cereales integrales, en el salvado de trigo, en el pan y en las semillas comestibles. Su función es ayudar a estabilizar la flora intestinal así como la regulación del funcionamiento de nuestro organismo.
La introducción de los cereales en la dieta debe llevarse a cabo de forma gradual, ya que si lo hacemos de golpe, este cambio en la alimentación puede llevar a generar problemas. También es importante tener en cuenta la posibilidad de padecer alergia a los cereales, de modo que si introducimos estos de forma gradual podremos observar con mayor exactitud si nuestro hijo es alérgico.
La fibra es fundamental en la alimentación, es por ello que debemos tomarla pero de forma natural, a través de alimentos como las verduras, legumbres, cereales y frutas.
La importancia de los cereales en la alimentación
El desayuno
Es muy importante y recomendable el consumo de cereales durante el desayuno, ya que debido a sus contenidos, al ser esta la primera comida del día, aportarán la energía suficiente para las primeras horas del día. Si añadimos leche a los cereales, administraremos la cantidad necesaria de calcio tan necesarios para el desarrollo y mantenimiento de los huesos.
La base principal de la alimentación deben ser las verduras, frutas y cereales, seguidos en cantidades inferiores de los lácteos, y por último carnes de forma más puntual.
Los cereales aportan a nuestro organismo minerales como el hierro, fósforo o zinc, vitaminas de los grupos A y B y proteínas.
Nos proporcionan carbohidratos, tienen un nivel muy bajo en grasas y son muy importantes tanto para la formación como el crecimiento de huesos y músculos.