El kale es un vegetal que en los últimos tiempos se está popularizando, y se está convirtiendo en uno de los alimentos que más presentes están en muchos platos. Esto se debe gracias a sus aportes nutricionales, además de ser un ingrediente que fácilmente se puede comer tanto crudo como cocido e incluso salteado.
Otro de los motivos por los cuales se ha popularizado es por su uso en las famosas dietas detox. Pero su valor nutricional va más allá de eso.
Propiedades del kale
Como he comentado un poco más arriba, el kale es un vegetal, más concretamente de la familia de las coles.
El agua predomina dentro de la composición del kale. Esto hace que entre otras cosas, tenga un aporte calórico bajo.
Si hablamos de vitaminas, destaca la vitamina C, siendo su aporte de 20mg por cada 100gr. Pero además también posee vitamina A, E y K.
A diferencia de otros vegetales de hojas verdes es escaso en taninos, fitatos y oxalatos.
Pero además es muy rico en minerales como el hierro, magnesio, calcio, potasio y zinc. También destaca por su alto contenido proteico y fibra.
Beneficios del consumo del kale
La absorción del calcio que proviene del kale es mayor que el que se absorbe de la leche. Así pues, para aquellas personas que no toman leche de vaca por intolerancia a la lactosa, en el kale tienen una buena alternativa.
Es un alimento que se suele usar para perder peso, pero además está bastante presente en las dietas de las personas veganas. Esto se debe a que es una fuente importante de proteínas, calcio y hierro.
Su capacidad saciante hace que sea perfecta para perder peso. Ayuda a reducir el colesterol malo, pero sin embargo ayuda a elevar los niveles del colesterol bueno. De modo, que el consumo de kale es beneficioso para la reducción del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Otro de los beneficios es la alta capacidad de reposición de electrolitos después de llevar a cabo cualquier tipo de actividad física.
El uso del kale en la cocina
El kale es un alimento muy versátil en la cocina, como casi todos los vegetales.
Se puede comer en crudo, acompañando ensaladas. Cocido o incluso salteado con otros alimentos.
Es la hoja del kale la parte más sabrosa y la que más se usa a la hora de preparar platos que lleven este alimento.
A pesar de las diferentes formas que hay para preparar el kale, la forma en la que vas a conservar todos los nutrientes y aportes nutricionales es en crudo.
Pero si decides cocinarlo, tienes que hacerlo con la menor cantidad de agua para que no pierda propiedades, sobre todo vitaminas y minerales.
Nosotros lo hemos comido salteado con garbanzos, en ensalada o cocinado al horno con pescado o carne. Como ves, son muchas las diferentes formas de preparación de este vegetal. Puedes ver los destalles de la receta en Garbanzos salteados con kale y pollo a la sorrentina.
