¿Qué es la huelga de lactancia?
Se conoce como huelga de lactancia a los periodos en los que el bebé se niega a tomar el pecho, se da entre los dos y los cuatro meses de edad del bebé. Durante este tiempo de negativa del bebé, en muchas ocasiones, la madre suele decidir llevar a cabo un destete prematuro, puesto que lo más importante para una madre es la alimentación de su hijo.
El periodo de tiempo que dura la huelga de lactancia suele resultar de gran estrés tanto para la madre como para el niño, que en gran medida se debe al desconocimiento por parte de la madre de que esta huelga de lactancia es temporal y que el bebé volverá a tomar el pecho.
Las formas en las que el bebé rechaza el pecho pueden ser varias, desde el rechazo total a los dos pechos o sólo a uno, o una disminución de los tiempos de lactancia.
Que ocurra la huelga de lactancia estaría dentro de la normalidad.
Motivos de la huelga de lactancia
La huelga de lactancia o rechazo del bebé al amamantamiento se puede dar por varios
motivos, desde una llamada de atención hacia la madre o que el bebé pueda tener algún problema para mamar.
Puede suceder que el bebé al mamar encuentre que el flujo de leche es tan grande que se ve incapaz de tragarlo y al agobiarse llora y decide no seguir amamantando. Si antes de la toma del bebé se saca un poco de leche del pecho, se podrá evitar esto.
Cuando el bebé mama menos tiempo que anteriormente se puede deber a que mamen de forma más eficiente ahora que antes, de modo que en menos tiempo sean capaces de sacar más leche.
Si el bebé rechaza el pecho completamente, cayendo en la huelga de lactancia, se puede deber a diferentes motivos que veremos a continuación.
Las situaciones de estrés o nervios en la madre o cualquier otro miembro de la familia pueden alterar al bebé al transmitirle ese estrés o/y nervios que como consecuencia rechaza el pecho.
El sabor de la leche de lactancia puede cambiar según los alimentos que tomemos, y si al bebé este sabor diferente no le agrada no querrá mamar. Para evitar esto, la solución es sencilla, se debe detectar cuál es el alimento que da el sabor que no resulta agradable a nuestro bebé y cambiarlo por otro.
La posición del bebé a la hora de la toma es muy importante, tanto para él como para la madre, ya que de esta dependerá que la madre pueda sufrir grietas y mastitis así como la dificultad que pueda tener el bebé para tragar la leche.
En ocasiones el frenillo en la lengua les provoca molestias para amamantar.
Si las mamas están muy hinchadas, al bebé le costará más coger el pezón, de modo que sacando un poco de leche antes de la toma solucionaremos el problema.
Cuando a los bebés les comienzan a salir los dientes pueden tener dolores de encías o molestias. Si usamos un pedazo pequeño de fruta que esté fresca, les aliviaremos el dolor y será más placentera para el bebé la toma.
En las lactancias mixtas, con el uso de la tetina y el pezón, al ser la succión diferente puede provocar un desconcierto en el bebé y rechazar el pecho. De la misma manera puede suceder con el uso del chupete.
El muguet es un hongo cándida que la madre puede transmitir al bebé a través del pezón o al revés, suele salir en la boca y otras mucosas, generando aftas, heridas en la boca, que provocan escozor al comer. Este sería otro motivo por el que el bebé rechazaría la toma por lo asocia con el dolor que sufre en la boca.
En ocasiones junto con un catarro, pueden sufrir otitis, lo que a la hora de mamar, cuando succionan el pezón tienen dolores, lo que les puede provocar rechazo el amamantamiento.
Si el bebé sufre algún resfriado, puede que tenga problemas para respirar al mamar. Lo mismo le ocurrirá si sufre congestión.
Hay veces que alguno de los alimentos que tomamos no sean tolerados por el bebé o les produzca alguna reacción alérgica que produzca dolor de estómago al bebé. También puede suceder esto si estamos tomando medicamentos.
Si antes del año de edad el bebé decide que para él ha terminado la lactancia, dejará de amamantarse. Aunque esta situación es rara, puede ocurrir.
Cuando el bebé rechaza el pecho, posiblemente no tardará en volver a él, pero hay que intentarlo con paciencia y evitando en la manera de lo posible el uso de biberones, siempre es mejor utilizar la leche materna en las tomas.
En ocasiones, sobre todo en madres primerizas, la situación de rechazo generada por la huelga de lactancia suele ser estresante, pero el rechazo del bebé no es a la madre. Si se puede, siempre es bueno compartir estas dudas con otras madres y en caso de que el bebé empiece a perder peso hay que acudir inmediatamente al pediatra.
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