Qué son las tiroides
Las tiroides son unas glándulas que producen hormonas, estas hormonas son las encargadas de controlar ciertas actividades del organismo que afectan al metabolismo del cuerpo.
Durante el embarazo se padecen cambios emocionales y cambios físicos, uno de esos cambios son las alteraciones de los niveles de hormonas tiroideas.
El hipotiroidismo es un déficit de hormonas tiroideas, ralentizando las funciones orgánicas vitales, si embargo el hipertiroidismo es un exceso de esas hormonas, produciendo el efecto contrario, que las funciones orgánicas vitales vayan más rápido. Estas dos disfunciones pueden llegar a tener efectos adversos tanto en la salud de la embarazada como en el desarrollo del feto, llegando a afectar al desarrollo neuro intelectual del bebé una vez haya nacido.
Tiroides y embarazo
Durante el embarazo, se suelen sufrir ciertos cambios físicos y emocionales, como pudieran ser aumento de peso, dolores musculares, sueño, cansancio. El problema viene por que estos cambios son como los síntomas tiroideos, de modo que si no se hace ningún examen o prueba para comprobar el estado de las tiroides, puede haber grandes riesgos, con lo que estos conllevan.
La situación ideal es que las mujeres embarazadas hagan una revisión de tiroides, o cuando se está planificando el embarazo, o nada más quedarse embarazada. En caso de estar embarazada y tener un tratamiento de tiroides, lo aconsejable es hacer revisiones cada 6 a 8 semanas.
Durante las primeras semanas de embarazo, el embrión no tiene la glándula tiroides lo suficientemente madura, o incluso aún no se ha desarrollado, de modo que necesita recibir la hormona tiroidea de la madre
Hipotiroidismo
El hipotiroidismo afecta alrededor del 2,5 a 3% de las mujeres. Son dos las causas más habituales de hipotiroidismo, la deficiencia de yodo (elemento esencial para la producción de hormonas tiroideas), y la enfermedad de Hashimoto, en la que el sistema inmunitario va destruyendo de forma progresiva la glándula tiroides por error.
Otras causas de hipotiroidismo puede ser un tratamiento incorrecto o incluso una operación de tiroides.
Igualmente, un tratamiento inadecuado del hipertiroidismo o una cirugía de tiroides pueden provocar hipotiroidismo.
Cuando se padece hipotiroidismo, pero este no es detectado o tratado, por un lado la mujer embarazada va a tener un alto riesgo de padecer un aborto espontáneo, parto prematuro, anemia, desprendimiento de placenta o sufrir una hemorragia postparto. Para el bebé las consecuencias pueden ser peores, nacer prematuro, con todo lo que ello conlleva, sufrir problemas en el futuro de desarrollo o aprendizaje, asociados al desarrollo incorrecto intelectual.
Las mujeres como mayor riesgo de padecer hipotiroidismo son aquellas que tienen antecedentes familiares, que padecen diabetes tipo 1, aquellas que padecen algún tipo de trastornos autoinmune, si en algún momento han sido intervenidas quirúrgicamente de tiroides, si tienen carencias de yodo, si en algún momento han tenido aborto natural o han tenido un parto prematuro. Suele afectar más a mujeres mayores de 30 años.
El yodo y las tiroides
Es muy importante tener una alimentación con una ingesta de yodo adecuada, precisamente para prevenir entre otros trastornos, el hipotiroidismo. El yodo resulta un elemento fundamental para la producción de hormonas tiroideas, como hemos comentado anteriormente. Alimentos como el pescado (bacalao y perca), marisco, la leche, productos lácteos y la sal yodada resultan muy convenientes.
Puede que incluso tomando estos alimentos ricos en yodo no se llegue a consumir la cantidad necesaria, (en mujeres embarazadas hasta 250 micro gramos/día), por lo que pudiera ser necesario tomar un suplemento de yodo, pero esto ha de ser supervisado por el médico.
