Abrir el frigorífico en busca de comida y darse un atracón puede ser uno de los síntomas de un trastorno de la conducta alimentaria llamado hiperfagia. Más aún si esto ocurre de forma continuada.
Uno de los signos inequívocos que indican que estamos ante un caso de hiperfagia es que las personas que lo padecen comen y comen hasta que sienten dolor de estómago. No se sacían nunca, y sólo paran de comer porque literalmente no pueden comer más alimentos, porque no hay hueco para más.
En ocasiones sucede que el atracón sucede con un único alimento por el que sienten obsesión.
Cuando estos atracones ocurren al menos dos veces por semana, en alrededor de seis meses, se considera que esa persona sufre hiperfagia.
De modo que la hiperfagia es un comportamiento obsesivo y compulsivo con respecto a la comida, donde se comen cantidades desmesuradas de forma habitual, incluso después de estar satisfecho. Esto produce dolores estomacales y vómitos.
Otras de las consecuencias son distensión del estómago, sentimientos de culpa o somnolencia, exceso de grasa corporal, (Índice Masa Corporal – IMC) y exceso de peso.
Hay diferencias entre la hiperfagia y la bulimia ya que una persona que padece hiperfagia si vomita se debe a una sobrecarga estomacal. De ninguna manera se va a provocar los vómitos como sí sucede en el caso de la bulimia.
Síntomas de la hiperfagia
Tener más apetito es algo que sucede en diversas etapas de la vida. Cuando los niños crecen y pasan a la adolescencia, es algo que se considera normal. Las mujeres embarazadas normalmente tienen más apetito y además necesitan comer más para conseguir los aportes nutricionales necesarios.
Hay personas que al recuperarse de una enfermedad tienen un apetito mayor de lo habitual, o cuando se practica deporte de manera intensa, pero en ningún caso es un problema relacionado con un trastorno de la conducta alimentaria.
Otras situaciones como pueden ser desequilibrios hormonales pueden dar lugar a incrementos del apetito. Pero es normal, en ningún caso hay que pensar que se sufre hiperfagia.
Pero, sin embargo, cuando el apetito que se siente es excesivo, y no hay razón alguna que lo justifique, es cuando hay que ponerse en manos de un especialista.
No tiene por qué existir un alimento preferido, ni responde a un sabor dulce o salado. Se comen todo lo que encuentren a mano, y tampoco existe una pauta temporal, ya que los atracones pueden suceder de día o de noche.
Hay más signos que nos pueden indicar si se padece hiperfagia.
Comer más rápido de lo que consideramos normal. Incapacidad para detenerse cuando se empieza a comer.
Comer siempre aislado, ya que comer con más gente produce incomodidad. Ansiedad, depresión y sentimientos de culpa por no ser capaz de controlar la situación.
Causas de la Hiperfagia
Pueden ser bastantes las causas de la hiperfagia, y pueden darse debido a diferentes motivos. A continuación te detallamos las diferentes causas.
Alteraciones en el funcionamiento del hipotálamo
El hipotálamo forma parte del cerebro, y una de sus funciones es unir el sistema nervioso con el endocrino a través de la pituitaria. Otras funciones atribuidas al hipotálamo son el control sobre la fatiga, sueño, sed, temperatura corporal y el hambre.
De modo que si hay un mal funcionamiento del hipotálamo en lo que a la regulación del apetito se refiere, puede ser una causa de hiperfagia.
Diabetes mellitus
La explicación fisiológica es que las personas diabéticas, al tener menor cantidad de insulina, la glucosa no llega a las células, impidiendo convertir los alimentos en energía.
Si el cuerpo se queda sin energía, se envían señales al cerebro que se encargará de enviar señales de hambre. De este modo la persona que padece diabetes mellitus puede comer en exceso.
Cetoacidosis
Se debe a una disminución excesiva de azúcar en sangre.
Hipoglucemia
Cuando los niveles de azúcar en sangre son bajos, aparece la sensación de hambre para volver a unos niveles correctos de azúcar en sangre.
Hipertiroidismo
Se aumentan los niveles de la hormona tiroidea en la sangre, aumentando la tasa metabólica. La persona que lo padece pierde peso, pero a la vez gana apetito.
Cambios fuertes del estado de ánimo
La ansiedad, el estrés, depresión, y otras causas de raíz psicológica pueden ser causa del aumento desmesurado de apetito.
Depresión
Dentro de las diferentes causas psicológicas, la depresión es de las causas que mayor tasa de comedores compulsivos produce. Además se suele asociar a problemas de autoestima, insatisfacción con el aspecto físico. Además estas situaciones se suelen llevar en silencio.
Estrés
El estrés es otra de las causas que pueden provocar hiperfagia.
Medicamentos
Ciertos medicamentos como los antihistamínicos, corticoides, antidepresivos o antipsicóticos. También anticonceptivos que han sido usados para el tratamiento de acné.
Tratamientos de la hiperfagia
Si se aprecia cualquiera de estos síntomas, lo mejor es acudir a un médico que derive al especialista más adecuado.
Después de un diagnóstico, y dependiendo de la causa de la hiperfagia el tratamiento será diferente.
En cualquier caso, lo más importante es detectar lo antes posible la hiperfagia para actuar y sobre ella.
