Qué es el TDAH o hiperactividad en niños
La hiperactividad en niños o el TDAH o trastorno por déficit de atención con hiperactividad es un trastorno en el comportamiento que afecta a la distracción que puede ser desde moderada hasta grave, hay ciertas conductas como la inestabilidad emocional, la inquietud motora o ¨este niño es incapaz de estarse quieto un segundo¨ y conductas compulsivas que pueden ser un indicativo de padecimiento de TDAH. Se estima que este trastorno puede afectar a entre el 5 y 10% de la población infantil y juvenil.
Cómo afecta la alimentación a los niños con hiperactividad
La correcta alimentación para todos los niños resulta fundamental puesto que estamos hablando de una etapa de la vida en la que el cuerpo se desarrolla, y para un correcto desarrollo es fundamental una alimentación sana. Además es una etapa de la vida en la cual se fomentan los hábitos alimenticios que marcarán el resto de su vida. Aunque normalmente los niños que padecen TDAH no adquirirán los hábitos nutricionales correctos hasta que no sean adultos.
En el caso de los niños que padecen el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, la alimentación, el seguimiento que hagan los padres y el fomento de hábitos alimentarios es más complicado y requiere de mayor atención por parte de los padres. Estos niños suelen ser despistados, no prestan la atención necesaria y este comportamiento altera la alimentación diaria.
Suelen sufrir alteraciones en el sueño, no dejando descansar al cuerpo, de modo que la hora de levantarse sea más costoso debido al cansancio. Este factor puede afectar al desayuno, ya que si tienen que ir al cole, es posible que su desayuno sea más rápido y no contenga todos los aportes que va a necesitar para una larga jornada escolar.
Si bien es cierto que los niños que sufren TDAH o hiperactividad suelen ser desafiantes en ocasiones negándose a comer ciertos alimentos por oposición hacia los padres, añadido al cansancio que pueden sufrir por las mañanas debido al mal sueño, puede hacer que los desayunos sean conflictivos, y es ahí donde los padres necesitan estar preparados para evitar el conflicto.
En ocasiones los padres dudan sobre si la alimentación que están dando a sus hijos es la correcta, la sobreprotección y la impulsividad de los niños con TDAH o hiperactividad puede hacer que estos engorden en exceso y si no se ponen medidas lleguen a la obesidad.
Hay cierta incidencia de bulimia en niños que padecen TDAH o hiperactividad, y el índice de obesidad es entre un 15 y un 30 por ciento superior al resto de niños. Estos datos convierten a los padres en los guardianes de una dieta sana y equilibrada.
Hiperactividad en niños y cómo evitar que las comidas se conviertan en un conflicto
Para los padres, pueden llegar momentos en los que sienten que no controlan la situación como ellos quisieran, perdiendo la paciencia y llegando al conflicto en la hora de la comida. Deben saber que todos los miembros de la familia deben ayudar y colaborar por igual en la alimentación de sus hijos, coordinándose entre sí y evitando llevarse la contraria frente al niño. La postura de todos debe ser la misma. Ya es difícil esta situación con niños que no padecen TDAH, así que con los niños que lo padecen las posturas familiares deber las mismas y sólidas.
Es imprescindible para evitar conflictos en la hora de las comidas tener unas rutinas fijas que se cumplan como son las horas de la comida, la merienda y cena, además de un entorno ordenado y calmado y tranquilo, ya que las rutinas generan confianza en los niños. Los padres como modelo a seguir que son por sus hijos, también deben ser cumplidores y dar ejemplo en las rutinas marcadas, de lo contrario será muy difícil hacer cumplir a los hijos.
No se trata de tener absolutamente todo bajo control, pero sí debemos adelantarnos a situaciones que se nos pueden acabar yendo de las manos. Si el niño está jugando con un video juego, seremos nosotros quienes marquemos el momento en que debe dejarlo para ir a comer, pero dando un pequeño margen para que el niño pueda acabar, por ejemplo, una partida si le faltan 5 minutos. De este modo la incorporación a la mesa no le va a resultar molesta.
Hay momentos en los que el niño se puede alterar en exceso, somos nosotros, los padres, los que debemos coger las riendas de la situación y mostrarle calma y tranquilidad, ya que si nos alteramos, será imposible volver a un estado de normalidad.
Las horas de las comidas deben ser un momento de comunicación en la familia, donde los padres se deben interesar por lo que ha hecho el niño a lo largo del día, dejándoles que expresen sus opiniones y sentir, para de esta manera crear un vínculo que ayude a trabajar la inteligencia emocional, a solucionar posibles problemas que puedan existir y a mejorar ciertas habilidades que puedan estar deterioradas.
Algunas de las pautas que harán más fácil las horas de las comidas son las siguientes;
Podemos hacerle partícipe de la preparación de los alimentos ayudándonos a preparar la comida y escuchando sus recomendaciones sobre lo que quiere comer o cómo lo quiere comer, adaptando las comidas a su gusto, pero sin caer en la sobreprotección y evitando una alimentación que no sea sana.
También podemos hacerle partícipe para poner la mesa junto con nosotros, de este modo entenderá que es la hora de la comida es un momento que se comparte en familia. Para ello es muy importante comer todos juntos, puede que durante la semana debido al trabajo no sea posible, pero los fines de semana es fundamental compartir ese momento.
Cuando el niño se comporta bien, hay que hacérselo saber premiándoselo, pero cuando la conducta es incorrecta debemos ser pacientes y hacerles entender que esa actitud no es correcta, pero no hay que castigarles.
Para evitar que el niño coma de forma impulsiva debemos enseñarle a comer despacio, ya que esto le relajará y además le va a ayudar a tener un peso adecuado.
Conforme vaya creciendo debemos dejarle más autonomía, esa autonomía le hará más responsable a la vez que le hará sentir satisfacción.
Para que los niños coman bien y coman de todo, debemos hacer que las comidas sean atractivas, que les generen ganas de comer y no de rechazo, de modo que debemos echar mano de la creatividad. A todos los niños hay alimentos que nos les gustan mucho o no les atraen en exceso, en estos casos, la mejor manera de que lo coman es introducírselos poco a poco, premiándoles el hecho de haberlo comido, esto suele suceder con las verduras o el pescado.
Uno de los efectos secundarios que puede tener la medicación que toman algunos niños con TDAH o hiperactividad puede quitarle el apetito, de modo que si le damos el medicamento después del desayuno, la falta de apetito en el almuerzo se verá compensada por la cena. En los casos en los que hay medicación de por medio, no debe preocuparse si el niño come a deshoras, ya que es en esos momentos cuando se les despierta el apetito.
Si ves que la inapetencia se prolonga, consulta con el médico.
Qué alimentos se recomienda para los niños que sufren el TDAH o hiperactividad
Se deben evitar los alimentos procesados, ya que es muy probable que contengan aditivos, conservantes, colorantes y estimulantes que pueden afectar negativamente al niño. Es muy importante que los alimentos provengan de cultivo ecológico, ya que de este modo se evitará el consumo de los productos anteriormente mencionados.
Es muy importante que se consuman bastantes frutas y vegetales, y a poder ser que sean de temporada y productos frescos.
El pescado debe ser cocinado a la plancha o hervido.
Hay que aumentar el consumo de cereales integrales y arroz integral.
Los productos lácteos consumidos en exceso pueden provocar intolerancias e irritabilidad en el intestino.
Hay que intentar cocinar con aceites de mayor calidad como el aceite virgen extra.
Se deberían eliminar los alimentos que contienen azúcares refinados para evitar ciclos de hiperglucemia e hipoglucemia.
Nos debemos asegurar que a los niños que padecen TDAH no les falte ningún nutriente, por ello quizás sea necesario añadir a su alimentación algún suplemento como los ácidos esenciales de cadena larga, EPA y DHA, ya que su papel en las funciones cerebrales es muy importante, un suplemento proteico y un complejo multinutriente. Consultaremos con nuestro médico para que nos aconseje más y mejor sobre este punto.
La conducta a la hora de la comida en los niños con TDAH
Debemos enseñarles que la hora de la comida es un momento que compartimos toda la familia, por lo tanto es un acto colectivo y no individual, por eso es importante que nosotros, participemos activamente en ese momento.
Nos lavaremos con el niño las manos antes y después de comer, así como cepillarnos los dientes después de comer.
Para crear una atmósfera de tranquilidad evitaremos elementos ajenos a los comensales como es la televisión, juguetes, etc, ya que estos les van a producir distracción.
Hay que intentar comer siempre en el mismo lugar de la casa.
Debemos habituarle a que coma toda la ración que le hemos servido en el plato.
Que use todos los elementos de la mesa como otro comensal más, evitando que juegue con el plato, los cubiertos o el vaso.
Debe ser educado en la mesa, y por su puesto nosotros también, ya que somos el patrón de comportamiento a seguir, de modo que le enseñaremos a pedir las cosas por favor y dar las gracias.
Para poder llevar a cabo estos momentos con éxito, debemos mantener la calma y ser tranquilos, así como ser comprensivos con el niño, hacerle entender que ciertas actitudes no son correctas y darle seguridad en sí mismo.
Si el niño come durante la semana en un comedor escolar, tenemos que compartir la información con los profesores, ya que es tarea de todos ayudar al niño.
Puedes encontrar más información sobre trastorno por déficit de atención con hiperactividad en http://www.fundacioncadah.org/web/.
