Exceso de proteínas
El consumo excesivo de proteínas por parte de los niños puede llegar a derivar en problemas de salud que les pueden afectar en el futuro más inmediato como son enfermedades cardiovasculares, obesidad, problemas renales y hipertensión.
Esto se debe a que el consumo excesivo de alimentos como lácteos, carnes, pescados y huevos hace que que los niños ingieran mayor número de proteínas animales lo que se traduce en un aporte excesivo de sodio, calorías, colesterol y grasas saturadas.
En una dieta saludable infantil, las proteínas no deberían suponer más del 10% o 15% de las calorías totales, siendo el 65% proteínas de origen animal y el 35% restante de origen vegetal.
La proteína del crecimiento en el primer año de vida
El crecimiento y desarrollo más rápido en el ciclo vital del niño se produce durante el primer año de vida, puesto que el bebé llega a duplicar su talla y hasta triplicar su peso. Después el crecimiento se va ralentizando hasta que se va estabilizando desde los tres años a la edad que consideramos pubertad.
Los alimentos complementarios van a proporcionar la energía necesaria al bebé para ir ganando el peso adecuado y que de esta manera su desarrollo se enmarque dentro de lo normal.
El exceso de proteínas
Para saber si un bebé hasta los tres años tiene un peso adecuado, el pediatra mediante las revisiones periódicas va a comprobar los percentiles adecuados a través de la talla y el peso del bebé. Si este viera que no se encuentra, tanto por exceso como por defecto, dentro del percentil adecuado, el pediatra será el encargado de ayudar a los padres a confeccionar una dieta que corrija el estado de bebé.
Algunos padres plantean una dieta de la siguiente manera, desayuno y cena con leche que viene a suponer alrededor de medio litro de leche, comida con dos filetes de lomo y cena con pescado, quizás añadiendo quesitos de postre, pues si desglosamos los valores nutricionales de esta dieta nos encontramos lo siguiente; El niño va a recibir un aporte de proteínas de más de cuarenta gramos y un aporte calórico superior a las mil trescientas calorías. Obviamente esta no es una dieta sana para un niño de hasta tres años, pudiendo provocar los primeros síntomas de obesidad infantil.
Es por eso que se aconseja que coma mayor cantidad de fruta, cereales y/o frutos secos.
En muchas ocasiones son los padres los que creen que la dieta de sus hijos debe basarse más en el consumo de carnes, pescado o huevos para poder saciarse mejor que en una dieta donde no falte la carne, pero la base principal sean las legumbres y vegetales.
¿Y cuál es la cantidad justa de proteínas?
Según la Organización Mundial de la Salud, durante los primeros seis meses de vida el bebé va a necesitar 2,2 gramos por kilo de peso al día, disminuyendo durante los siguientes seis meses a 1,2 gramos al día.
Es esta etapa y la adolescencia los periodos en los que los hijos necesitan mayor cantidad de proteínas que los adultas, que según la OMS son de 0,8 gramos al día.
Si ponemos número a los valores de proteínas y calorías por edades sería de la siguiente forma;
Un niño que se encuentra entre los 2 y 3 años;
Alrededor de 1200 Kcal al día, siendo el 10%-15% las proteínas aportadas que en número serían entre 120 y 189 calorías.
