Quizás no seamos conscientes de la cantidad de alimentos y comida que tiramos a la basura al año, se cree que esta cantidad podría rondar el 20% del total que compramos.
Son varias las razones por las que acabamos tirando los alimentos, y también son varias las maneras para evitar este desperdicio.
Planificar
Como consumidores debemos aprender a comprar, esto significa planificar las compras, para ello lo mejor es hacernos una lista de la compra con todos aquellos productos que necesitaremos durante la semana, si hacemos esto evitaremos hacer compras diarias, que, además suponen un gasto mayor.
Haciendo una compra semanal, podemos cuantificar lo que vamos a necesitar, si además contamos con un menú semanal, podremos adaptar mejor esa lista de la compra a nuestras necesidades reales, evitando de este modo, comprar mayores cantidades.
Cuando existe una planificación tanto en la compra como la existencia de un menú semanal equilibrado suele significar tener una dieta sana y equilibrada.
De modo que la planificación va a suponer un ahorro importante de dinero y vamos a evitar al máximo compras excesivas.
Puedes leer este artículo sobre Ahorrar en la cesta de la compra, y conseguir menus semanales en la sección Menú Semanal.
Se pueden aprovechar más los alimentos
Hay partes de los alimentos que los tiramos a la basura cuando fácilmente se pueden aprovechar. Un caso muy llamativos son las pieles de las frutas una forma de aprovecharlas es utilizarlas para los purés, o hacer batidos. La piel de la fruta tiene una cantidad importante de aportes nutricionales. Eso sí, no hay que olvidar lavar la piel si se va a comer.
Suele ocurrir con alimentos perecederos como la verdura, que veamos que pasan los días y por algún motivo vemos que se pueden estropear. Un puré de verdura es la mejor solución, y si la cantidad es grande, siempre se puede congelar, así tendremos comida para otro día sin tener que cocinar.
Reutilizar
En el día a día, no suele suceder que tengamos un excedente de alimento cocinados, esto, más bien ocurre en las celebraciones, pues es muy habitual que si tenemos invitados, cocinemos más y es difícil calcular cantidades.
De modo que si nos ha sobrado pescado o carne podemos hacer croquetas, empanadillas o pimientos rellenos.
En el caso particular del pescado, podemos utilizarlo para hacer sopas.
El alimento que más se suele echar a perder es el pan, pues a menudo se queda duro, y en muchas ocasiones se acaba tirando. Pero con el pan duro podemos hacer muchas cosas, como por ejemplo rallarlo y utilizarlo para empanar alimentos, sopas de ajo, torrijas, o incluso si lo cortamos en rebanadas y lo metemos el horno lo podemos utilizar como picatostes, de modo que no hay excusa para tirarlo a la basura.
Congelar
Los alimentos, incluso una vez cocinados, también se pueden congelar. Si apuntamos en un papel la lista de alimentos que tenemos congelados, nos ayudará a planificar las compras.
No olvides que cuando se ha descongelado un alimento descongelado no se debe congelar de nuevo.
En el caso que hemos comentado de las celebraciones, siempre se pueden compartir con los comensales los excedentes, al final no deja de ser un ahorro de tiempo y dinero.
Conservar
Conocer las técnicas de conservación nos puede ayudar a ahorrar mucho dinero. Además del congelador, se pueden embotar alimentos, pero hay que tener cuidado con estas prácticas, puedes visitar el artículo sobre Conservas caseras y botulismo donde contamos cómo hacer conservas con los alimentos y evitar enfermedades como el botulismo.
Me parecen interesantisimas estas recomendaciones, yo las utilizo y se ahorra muchisimo dinero, ademas la satisfacción personal de saber gestionar los alimentos. Congelar, conservar en botes al baño Maria, incluso en sal. Se puede conservar todo
Hola Mari Paz, nos alegramos mucho que te parezcan interesantes las recomendaciones.
La verdad que es una satisfacción personal evitar al máximo tirar comida y ser capaz de conservarla o reutilizarla. Además el ahorro de dinero es grande, y no parece muy justo tirar la comida cuando hay quienes pasan hambre.