Puede que no hayas oído mucho sobre este cereal, la espelta. O quizás sí, pero sobre todo en los últimos tiempos y no tienes muy claro qué es. Pues bien, a pesar de parecer una novedad, no lo es. La espelta lleva siglos existiendo, así que no se ha inventado nada nuevo.
Es muy similar al trigo, pero la realidad es que a la espelta se la considera como el origen de todas las variedades de trigo que conocemos actualmente.
Debido a sus propiedades y beneficios ha ganado muchísima popularidad en los últimos años. Tanto es así, que se está adoptando en la cocina muy rápidamente.
Cuál es el origen de la espelta
Si hablamos del origen de este cereal, nos tenemos que remontar a 7000 años y situarnos en Irán.
Desde ahí, poco a poco el cultivo de la espelta se extendió hacia Asia. Hay evidencias del uso de este cereal en Egipto y China. Supuestamente se llegó a utilizar para la elaboración de cerveza.
Hasta Europa llegó a través de los Balcanes en la Edad Media, siendo de uso y consumo, principalmente de personas adineradas.
El bajo rendimiento de su cultivo, hizo que la decadencia de la espelta llegara en el siglo XIX. Así que si lo pensamos bien, hemos pasado menos tiempo sin la espelta que con ella, y sin embargo, nos parece muy novedosa.
En la actualidad
Actualmente se cultiva en zonas de alta montaña. Los mayores productores en Europa son Suiza y Alemania, pero también se pueden encontrar cultivos en Austria y España.
Es un cultivo que soporta perfectamente tanto las bajas temperaturas como las sequía. Y no solamente eso, si no que además es un cultivo muy resistente a las plagas, evitando de este modo, usar pesticidas. Y es este uno de los motivos por los que es considerado como un cultivo de los denominados ecológicos.
Beneficios nutricionales de la espelta
Una de las características más importantes de la espelta es su alto contenido en proteínas de un elevado valor biológico.
Contiene carbohidratos, y por este motivo se le considera como un cereal energético, pero a diferencia de la harina de trigo, la espelta aporta muchas menos calorías.
Otros de sus aportes nutricionales son la lisina, vitaminas del grupo B y minerales.
Resulta muy fácil de digerir que otras harinas, como por ejemplo la de trigo. Esto se debe a que tiene menores cantidades de gluten que otros trigos. Esto no quiere decir que no tenga gluten, que sí lo tiene. Así pues, no es un cereal apto para celíacos.
Uso de la espelta
El formato más habitual en el que encontramos la espelta es en forma de harina. Y suelen ser de dos tipos, espelta blanca e integral. Con la espelta blanca, podemos sustituir la harina de trigo para cualquier receta que queramos llevar a cabo.
También se puede encontrar la espelta en grano. Esto se pueden cocinar enteros y así los podemos añadir a ensaladas u otras preparaciones.
Otro formato es en germinados, además si lo consumimos así, vamos a disfrutar de todos su aportes nutricionales, ya que se conservan mejor de esta manera.
Algunos de los alimentos que se pueden preparar con la espelta blanca son galletas, pan e incluso pasta. Así pues, sólo con estos alimentos podrías sustituir la harina de trigo y comer una harina con muchas más propiedades nutricionales, y por tanto, mejor.
Si vas a intentar hacer alguna receta sustituyendo la harina de trigo con la de espelta, añade tres cuartos de agua o el líquido que vayas a usar. Esto se debe a que esta harina es más soluble que la del trigo común. Ve vigilando si tienes que echar un poco más de agua hasta conseguir la consistencia que buscas.
Cómo conservar la espelta
La mejor manera para conservar la harina de espelta es introducirla en un recipiente hermético y guardarla en un lugar fresco, seco y oscuro.
Si vas a comprar espelta, hazlo en pequeñas cantidades, y en una tienda donde se vendan bastantes cantidades de este cereal.