El pescado es uno de los grandes aliados de nuestra alimentación, sus aportes nutricionales son de gran importancia para el organismo y contribuyen a un correcto desarrollo en todas las etapas de la vida.
Dentro del pescado podemos encontrar dos grandes grupos, que son el pescado blanco y el pescado azul. Ahora bien, ¿En qué se diferencian estos dos grupos?
La diferencia fundamental la encontramos en su contenido en grasas, el pescado azul tiene mayor cantidad de grasas, pero también mayor cantidad de ácidos grasos insaturados, como Omega 3 y Omega 6, puedes encontrar más información sobre estos ácidos grasos en los siguientes enlaces, Los ácidos grasos Omega 3 y Los ácidos grasos Omega 6.
Se puede considerar un tercer grupo, aunque no lo es del todo, hablamos del pescado semigraso. Aunque la existencia de este grupo depende de la época del año, pues dependiendo de esta el pescado azul reduce el contenido de grasa en su cuerpo, por eso se le denomina como semigraso, aunque no es un tercer grupo como tal.
Vamos a ver un poco más en detalle todas las diferencias que existen entre estos dos tipos de pescado.
Las grasas, la gran diferencia
Como hemos comentado anteriormente, las grasas son la gran diferencia entre el pescado blanco y el pescado azul.
El pescado blanco no llega al 5% de grasas en el total de su composición, esto se debe a que este tipo de pescado suele encontrar su alimento muy cerca, no necesitando desplazarse, esa vida sedentaria le hace que no necesite grasas que gastar en sus viajes hacia la búsqueda del alimento. La mayor parte de ese casi 5% de grasas se acumula en el hígado.
En cambio el pescado azul contiene un mayor porcentaje de grasas, entre un 5% y un 10% de grasas. A diferencia del pescado blanco, el azul necesita recorrer mayores distancias para encontrar su alimento, por lo que debe acumular grasas en sus músculos. De modo que la mayor parte de las grasas se concentran en el tejido de este pescado.
Las grasas que contienen ambos tipos de pescados son de gran calidad, son ácidos grasos insaturados, sobre todo los mencionados Omega 3, de modo que el aporte de este tipo de ácidos grasos es mayor en el pescado azul. Hay que recordar que nuestro cuerpo no produce este tipo de ácidos grasos, y sólo podemos conseguirlo de fuentes externas.
El consumo de Omega 3 está asociado a la mejora del perfil lípido y además reduce el riesgo de aparición de enfermedades cardiovasculares, además reduce los niveles de colesterol conocido como malo (LDL) e incrementa los niveles del colesterol bueno HDL.
Por otro lado, el bajo nivel de grasa de los pescados blancos le suele convertir en ideal para las dietas de adelgazamiento, pero hay que prepararlo cocido, ya que si se fríe, este tipo de pescados absorbe mucho el aceite, pudiendo llegar a multiplicar por cuatro su valor energético, así que siempre mejor cocido o al horno.
Así que los pescados blancos, por sus bajos niveles de grasas, también tienen un bajo aporte en calorías al contrario que el pescad azul que llega a aportar alrededor del doble de calorías.
Vitaminas y otros aportes nutricionales
El pescado aporta grandes cantidades de vitaminas de tipo D y B, proteínas de calidad, potasio, calcio y fósforo.
En el caso del pescado blanco, es muy alto su aporte en vitamina B12. Si este tipo de pescado, además es procedente del mar, va a contener niveles altos de yodo, mineral fundamental para el correcto funcionamiento de las glándulas tiroides. Puedes encontrar más información sobre el yodo en los siguientes artículos, Hipotiroidismo y embarazo y Suplementos vitamínicos durante el embarazo.
En el caso del pescado azul, nos aporta mayor proporción de vitaminas liposolubles, A, D y E.
La proporción de proteínas es mayor también en el caso del pescado azul que el pescado blanco, de un tercio a un 50% más. Siempre son mejores las proteínas aportadas por el pescado que por la carne roja.
El pescado azul también es muy rico tanto en potasio como en sodio, además su aporte en yodo es, de la misma manera, muy alto.
Cómo diferenciar el pescado blanco del pescado azul
Debido a las necesidades diferentes en la búsqueda de alimento, como hemos comentado antes el pescado blanco no necesita desplazarse mucho, como sí lo hace el pescado azul, la cola es lo que las diferencia.
La forma de la cola del pescado blanco es plana y redondeada en el borde superior. Sin embargo, en el caso del pescado azul, la cola tiene una potente aleta caudal con forma ahorquillada que le facilita mucho los desplazamientos.
Además se diferencia por el color. En el caso del pescado blanco, su carne es de color blanco, y en el caso del pescado azul, contiene una coloración exterior azul.
Qué tipo de pescado elegir
Después de ver las diferencias entre los dos tipos de pescados, pareciera que hay que elegir entre un tipo y el otro, pues no. Por suerte no hay que elegir, ambos tipos de pescados son necesarios y deben estar incluidos en la dieta, al menos 3 días a la semana, y de estos tres días uno de ellos será para el pescado azul, de este modo conseguiremos todos los aportes necesiarios.
No hay que olvidar que el pescado azul suele contener metales pesados como el mercurio, te contamos más sobre esto en el siguiente artículo; Metales pesados en el pescado.
Si quieres tener más información sobre el pescado te aconsejamos los siguientes artículos;
¿Qué beneficios nos aporta el pescado azul?
Cómo introducir el pescado en la alimentación de los bebés
Cuál es la cantidad de pescado que debe comer mi hijo
Propiedades nutricionales del pescado
Pescado ¿Congelado o fresco?
Alergia al pescado