Cuando oímos hablar de dieta blanda, o la hemos sufrido, siempre nos vienen recuerdos de comida insípida, simplona, que no gusta nada. La imagen de un plato desolador de un hospital, escasa, fea y restrictiva.
Quizás esto se deba a que siempre se ha reducido la dieta blanda en los ámbitos más familiares a comer arroz blanco, jamón de york, sopas y poco más.
Por suerte son más los alimentos que se pueden comer dentro de una dieta blanda, de manera, que los recuerdos que nos queden, o el momento de afrontarla, no sea traumática.
Qué es la dieta blanda
Esta dieta es la mejor manera de recuperarnos cuando padecemos ciertas enfermedades o situaciones que nos obligan a restringir lo que debemos comer. Es decir, vamos a preservar la salud de nuestro aparato digestivo.
La idea es la sencillez de la dieta, con alimentos que a penas contengan fibra y calorías, y restringiendo absolutamente las grasas y azúcares.
De esta manera, lo que estamos haciendo es contribuir a desintoxicar nuestro organismo, cuidándolos, llevando una dieta más saludable, y perdiendo peso.
Cuándo hacer dieta blanda
La dieta blanda no es una dieta que haya que hacer en el día a día, ni mucho menos. Se trata de una dieta que se diseñó para quienes tenían que recuperarse de enfermedades como son la colitis, úlceras, gastroenteritis, gastritis.
También está concebida como una dieta que se use cuando se tiene diarrea, vómitos, problemas o dificultades digestivas.
También suele usarse después de las intervenciones quirúrgicas como pueden ser todas las relacionadas con el aparato digestivo.
Como puedes ver, esta no es una dieta de adelgazamiento ni nada que se le parezca, si no que es una dieta que lo que pretende es recuperar el aparato digestivo. Por eso, esta dieta incluye alimentos que resultan fáciles de digerir, con poca fibra, pues se pretender no hacer trabajar en exceso a nuestro aparato digestivo.
El menú de la dieta blanda
En las dietas blandas, no se suele hacer distinción alguna entre lo que tiene que comer un adulto o un niño.
Es cierto que son muchos los alimentos que están contraindicados en esta dieta, como hemos comentado un poco más arriba, aquellos que contiene azúcar y grasas no se pueden consumir. Los que contienen mucha fibra o muchas calorías tampoco. Así pues, con estas restricciones, ¿Qué alimentos puedo comer? Te estarás preguntando.
Pues bien, si quieres comer arroz blanco y jamón de york puedes hacerlo, pero el abanico de comidas es mucho más amplio. A continuación, te contamos la lista de comidas que están permitidas por el tipo de alimento.
Verduras y hortalizas
El calabacín y la patata son dos alimentos que puedes comer sin ningún problema. Obviamente no se pueden comer patatas fritas, pero sí cocidas con un chorrín de aceite de oliva. Lo mismo con el calabación.
Fruta
Manzanas y plátanos son las frutas más indicadas para este tipo de dieta, pero aquí tienes que tener en cuenta que cuanto más madura esté la fruta, mucho mejor va a ser para tu aparato digestivo.
Legumbres
En este apartado sólo se incluyen las lentejas, y desde luego, eso no significa que te puedas comer unas lentejas con chorizo, no. Puedes hacerlas con patatas y calabacín cocido.
No comas ni judías ni garbanzos, ya que estas al provocar flatulencias, están haciendo trabajar en exceso al aparato digestivo, cuando de lo que se trata es de lo contrario.
Carnes
Las carnes más indicadas para la dieta blanda son las carnes magras, y de estas destacan el pollo y el pavo.
Lácteos
Dentro de los lácteos sólo se debe comer yogur, y esto se debe a que contienen ácido láctico, que fortalece el sistema inmune y además, lo prepara para luchar contra los procesos de gastroenteritis.
Otros alimentos
Las sopas de pasta, los huevos (recuerda que estos tienen que ir en tortilla, cocidos o escalfados) y aceite de oliva en crudo (una cucharada al día es más que sufciente), son otros de los alimentos que se pueden comer durante una dieta blanda.
Recuerda que si estás comiendo una dieta blanda, es porque te estás recuperando de una enfermedad, no por gusto, así que tienes que tener muy en cuenta qué es lo que puedes comer, y de qué manera ha de estar cocinado.
Evitar la deshidratación
A todo esto, hay que pensar en que no debemos dejar de hidratarnos. Para ello, lo mejor es beber agua, infusiones de hierbas digestivas y bebidas isotónicas.
Después de 24 o 48 horas con una dieta blanda, poco a poco puedes ir introduciendo otros alimentos, pero con mucho cuidado, y viendo qué es lo que te pide le cuerpo. Nunca lo fuerces, ya que lo que pretendemos es recuperarnos de una enfermedad.
Alimentos que no se deben comer en una dieta blanda
Como hemos comentado un poco más arriba en diferentes ocasiones, los alimentos con fibra hay que restringirlos para no hacer trabajar al aparato digestivo, de modo que cualquier alimento que contenga cereales debe desecharse. Nada de pan integral.
Tampoco debemos añadir ningún tipo de especia a lo que cocinemos.
No se deben comer alimentos que estén, o bien crudos, o bien poco cocinados. Y olvidarnos de los guisos y parecidos, ya que para poder digerir este tipo de alimentos, el aparato digestivo se ve obligado a segregar bilis para poder digerir la grasa de este tipo de comidas.
Por supuesto, las frituras están totalmente prohibidas, ya que aportan una gran cantidad de grasas.
