Enfermedades

Deficiencia de hierro y anemia en la infancia

deficiencia de hierro

Cuando el organismo carece del suficiente hierro, sufre anemia. Esta es una de las deficiencias alimentarias más comunes en todo el mundo.

Son varias las fases hasta llegar a la anemia.
Disminución de las reservas de hierro que tiene el organismo.
Cuando se produce la disminución de las reservas de hierro, se produce también una disminución de la eritropoyesis (proceso que se corresponde a la generación de los glóbulos rojos) y una deficiente absorción alimentaria, de este modo no se puede contrarrestar las pérdidas que sufre el organismo, viéndose de este modo afectada la síntesis de hemoglobina.

El caso más grave de la deficiencia de hierro es la anemia ferropénica, ya que reduce la síntesis de la hemoglobina (Los glóbulos rojos son los que transportan el oxígeno que nuestro cuerpo necesita, unido a hemoglobina. Este proceso es necesario para obtener la suficiente energía que el organismo necesita para el día a día).

Embarazadas y bebés son los más afectados por la anemia ferropánica.

¿Qué es la deficiencia de hierro y qué es la anemia?

Debido a que la hemoglobina necesita del hierro para poder formarse, cuando hay falta de hierro, como consecuencia, se produce menos hemoglobina.
Como esta situación provoca una reducción en la producción de células rojas de la sangre, esta reducción de hematíes es lo que se denomina como anemia.

¿Por qué se produce?

La razón mas habitual por la que los más pequeños y jóvenes sufren deficiencia de hierro es porque no hay el suficiente aporte de hierro en la dieta habitual. Cuando más van creciendo los niños, mayores necesidades de hierro van a tener.
Otro motivo por el que se puede producir una deficiencia de hierro, puede ser debido a la menstruación a causa de la pérdida de sangre.

¿Cómo saber si nuestro hijo sufre deficiencia de hierro?

Uno de los mayores problemas para poder detectar la deficiencia de hierro es que debido a que el hierro se va agotando poco a poco, hasta que la deficiencia es alta, no aparecen los primeros síntomas. Algunos de ellos son el color de la piel, ya que ésta presenta tonos más pálidos, cansancio, pérdida de apetito, debilidad, crecimiento anormal, irritabilidad y un lento crecimiento.

Un análisis de sangre ayudará a detectar deficiencias de hierro en el organismo.

Los niños que tienen mayor riesgo de déficit de hierro son aquellos que han nacido prematuros o con un peso menor del debido.
Si las madres han sufrido anemia durante el embarazo, aquellos bebés que se han alimentado con leche entera de vaca antes de cumplir el año de vida o si el bebé ha sido alimentado con leche de fórmula que no está reforzada con hierro.

¿Cómo evitar la deficiencia de hierro?

Dependiendo de la edad, las necesidades de hierro son diferentes.
Los bebés reciben el hierro gracias a la leche materna. Y si no toma ésta y se le alimenta con leche artificial, es muy importante que la fórmula esté enriquecida con hierro. Esto ocurre hasta alrededor de los seis meses de edad. Una vez que el bebé es mayor de los seis meses, las papilla de cereales y otros alimentos específicos de la edad aportan el hierro necesario.

Cuando se llega al año de edad, hay que cubrir las necesidades de hierro con una alimentación que sea sana, completa y equilibrada.

De los 18 meses a los 24 meses de edad, el excesivo consumo de leche por parte de los niños puede provocar una sustitución de esta por otros alimentos que contienen las cantidades recomendadas de hierro, por eso no conviene tomar más de tres vasos diarios de leche.

La adolescencia es una etapa importante de crecimiento, de hecho la mayor, por este motivo, la cantidad de hierro a aportar debe ser mayor también.
Tanto jóvenes deportistas, como niñas necesitan mayor aporte de hierro, además de una dieta sana y equilibrada.

Alimentos ricos en hierro

Los alimentos ricos en hierro de origen animal están compuestos por la carne, destacando la carne roja, el salmón o atún como pescados y los huevos.

Los alimentos ricos en hierro de origen vegetal son las verduras, en especial aquellas que tienen la hoja más oscura como son las acelgas o las espinacas, las legumbres y los cereales.
Si al consumo de estos alimentos ricos en hierro añadimos el consumo de alimentos con vitamina C, que ayuda a mejorar la absorción del hierro, evitaremos que nuestros hijos sufran carencia de hierro, y por ende padezcan anemia.

Algunos alimentos con vitamina C son el brócoli, la naranja, fresas, espinacas, pimiento rojo, kiwis, etc.

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