¿Cuándo podemos dar golosinas a nuestro hijo?
Es una pregunta que con el crecimiento de nuestros hijos se nos plantea constantemente ya que no sabemos cuándo puede ser momento adecuado para comenzar o si debemos acaso comenzar a darle golosinas. Se nos plantea esta duda ya que no queremos dejar a nuestros hijos sin una parte de su infancia y por otro lado suele ser un medio bastante recurrido por parte de abuelos, tíos, amigos, etc para agradar al niño lo cual en ocasiones puede traer ciertas disputas que debemos regular.
En primer lugar debemos tener claro cuál es nuestro punto de vista sobre este tema y tratar de consensuarlo con el resto de la familia.
La respuesta a cuándo es la edad adecuada para comenzar a dar golosinas a los niños es: nunca. Si el niño no pide golosinas no debemos fomentar un hábito que es poco saludable ya que las golosinas no aportarán en la alimentación de nuestro hijo ningún nutriente esencial, sólo un exceso de azúcar y por lo tanto calorías vacías.
Las golosinas según los pediatras
Los pediatras recomiendan no dar a los niños golosinas antes de los dos años, en especial si contienen chocolate debido a su gran poder alérgeno. Debemos evitar además los chicles y caramelos duros antes de los cuatro años ya que pueden producirse atragantamientos.
La familia y las golosinas
Pasados los dos años en ocasiones es muy complicado evitar que nuestro hijo pruebe las golosinas en especial si tenemos hijos más mayores, sobrinos, hijos de amigos, etc. En este caso no debemos negarle esa experimentación pero deberemos hacer que el consumo de las golosinas sea algo ocasional, para ello necesitaremos la ayuda de toda la familia ya que deberemos entre todos consensuar y concienciarnos de que las golosinas no aportan ningún beneficio al niño sino que por el contrario puede acarrear problemas de caries, obesidad, quitan el apetito, etc.
Como en gran parte de la educación de nuestro hijo todos en la familia tenemos que tener presente el beneficio del niño por encima de cualquier satisfacción personal al respecto y con ello seguro que conseguimos el bienestar de todos. Tenemos que tener presente que las golosinas son algo que rodea la infancia de cualquier niño pero que debemos hacerle entender que debemos moderar su consumo y reservarlo para ocasiones especiales evitando siempre tomarlas entre comidas o para sustituir una comida y acompañando su consumo de una educación dental adecuada tras su consumo.