Como consumidores habituales de alimentos, a veces no somos lo suficientemente conscientes de las enfermedades alimentarias que podemos padecer si no tomamos ciertas precauciones con los alimentos.
Y es que los alimentos pueden contener hongos o bacterias, que si habitan en los alimentos cuando los consumimos nos pueden producir enfermedades.
Listeriosis
La listeriosis es una enfermedad que produce la bacterua listeria monocytogenes. Esta bacteria está presente a nuestro alrededor de forma muy habitual. Se puede encontrar en el suelo, agua e incluso animales domésticos.
Pero además, si los alimentos no han sido pasteurizados o han pasado por un correcto proceso de cocción, se puede encontrar en estos.
Contraer esta enfermedad, significa contraer una de las enfermedades alimentarias más severas.
Los mayoría de los síntomas de la listeriosis son gastrointestinales, pero también puede producir una septicemia o incluso meningitis.
La peos parte se la pueden llevar las mujeres que están embarazadas, puesto que si esta bacteria alcanza al feto, puede provocarle la muerte a las pocas horas de nacer. Además, la listeriosis, puede provocar abortos espontáneos.
La mejor forma de evitar la listeriosis es lavando muy bien los alimentos que vayamos a comer, especialmente frutas y verduras que pudieran estar contaminadas. La higiene personal es también muy importante a la hora de manipular alimentos, así pues, siempre lávate muy bien las manos antes de tocar los alimentos que vayas a cocinar.
No hay que beber leche cruda, pues es ahí donde puede estar la bacteria que provoca la listerioris. También hay que evitar consumir alimentos que no hayan sido pasteurizados.
Con respecto a los alimentos como carnes, procura cocinarlas muy bien. De esta manera evitarás en la medida de lo posible contraer esta peligrosa enfermedad.
El tratamiento es a base de antibióticos que se encargarán de acabar con las bacterias que han causado esta enfermedad. Como siempre, estos antibióticos deben ser prescritos por un médico.
Botulismo
Aunque es una enfermedad muy poco habitual, no quiere decir que no sea grave.
La provoca una toxina producida por la bacteria Clostridium botulinum. Esta toxina se suele encontrar en la tierra.
Algunos de los síntomas más habituales del botulismo suelen ser sentir debilidad muscular, boca seca, tener problemas para poder tragar o incluso hablar. Y como esta toxina altera el funcionamiento neurológico, puede provocar visión borrosa o incluso doble.
Uno de los principales focos de botulismo son las conservas caseras. Así pues, si sueles preparar conservas caseras, trata de esterilizar los envases y limpiar muy bien todos los utensilios que utilices, así como el alimento que vayas a poner en conserva.
En el caso de los alimentos en conserva que no son preparados de forma casera, si observas que el envase está hinchado, o tenga algún daño visible, así como burbujas en su interior, evita su consumo.
Normalmente, cuando sucede un caso de botulismo, se suele hospitalizar a la persona afectada, y administrarle antitoxinas para su recuperación.
Salmonelosis
La salmonelosis es una de las enfermedades más populares. La produce la bacteria salmonella.
La forma de detectarla es a través de los síntomas más comunes, que suelen aparecer entre las doce y las treinta y seis horas posteriores al consumo del alimento contaminado.
Estos síntomas suelen ser diarreas muy intensas a la par que vómitos, náuseas y fiebre alta.
Lo más peligroso de esta enfermedad es la deshidratación, pero beber agua no suele ser la mejor solución, sino alguna bebida que además de evitar la deshidratación, aporte electrolitos, como es el suero isotónico.
La forma en que se cocinen los alimentos es importante, así como la higiene a la hora de manipular los alimentos. No se recomienda comer carne cruda, ni huevos crudos, así como productos lácteos que no hayan pasado por el proceso de pasturización.
Lavar siempre frutas y verduras antes de consumirlas.
Esta bacteria está más presente en los lugares que cuentan con un clima húmedo y cálido. Así pues, estaciones del año como el verano son más propicias para la aparición de la salmonelosis. Así pues, conservar los alimentos bien refrigerados en la nevera, es una buena forma de evitar la aparición de esta enfermedad.
Síndrome Urémico Hemolítico
Esta enfermedad, se debe a la infección gatrointestinal producida por la escherichia coli o E.coli. En algunos casos se atribuye esta enfermedad a la ingesta de alimentos que no se han cocinado de manera correcta o que se han lavado con aguas contaminadas.
Quizás te suene la diarrea del viajero, pues bien, suele estar producida por el E.coli
Si hablamos de la diarrea del viajero, tenemos que hablar de diarreas agudas incluso sangrantes, así como náuseas, vómitos, fatiga, fiebre.
Esta enfermedad provoca una destrucción de glóbulos rojos que puede bloquear la filtración renal provocando insuficiencia renal.
En el caso de los niños que tienen menos de cinco años, puede alterar diferentes órganos vitales, con consecuencias fatales.
Normalmente, son antibióticos los que se prescriben para acabar con esta enfermedad. En los casos más graves, puede hacer falta incluso un tratamiento de diálisis para volver el funcionamiento renal a la normalidad.
Cocinar los alimentos bien, así como extremar la higiene, evita que se padezca esta enfermedad. De nuevo, como en las enfermedades anteriores, hay que evitar comer productos lácteos que no hayan sido pasteurizados.
Si viajas a determinados países donde el agua corriente no es potable, evitar comer alimentos crudos como frutas y vegetales. Extrema las medidas higiénicas lavándote bien las manos, y evita beber agua que no esté embotellada. Tampoco bebas zumos o refrescos con hielo, ya que este puede proceder del agua corriente no potable.
Anisakiasis
El parásito del anisakis es el responsable de las infecciones gastrointestinales derivadas del consumo de pescado crudo, o que no ha sido congelado para acabar con este parásito.
Hay quienes han padecido esta enfermedad, y además les ha convertido en alérgicos.
Este parásito sólo se encuentra en los pescados de agua salada. Algunos de los síntomas más comunes son las erupciones cutáneas, vómitos, dolor intenso de estómago, diarrea, náuseas, y en los casos más extremos obstrucciones intestinales graves y hasta puede producir un shock anafiláctico.
Hemos hablado del pescado de agua salada, así pues, hay que evitar el consumo de pescado crudo si este no ha pasado por el proceso de congelación que hace desaparecer a este parásito.
Algunos de los pescados donde se puede encontrar anisakis son los boquerones, la merluza, besugo, bacalao o jurel. Y los lugares donde se concentra principalmente este parásito es en la ventresca y zona abdominal del pescado.
