Ahora que llega el invierno y las temperaturas bajan, el consumo de cítricos se convierte en el gran aliado para la salud, ya que al consumir menos verduras y frutas durante esta época del año, nuestro organismo sigue necesitando la Vitamina C, y los cítricos tienen el aporte necesario.
Benficios del consumo de citricos
Ya que los cítricos tienen un gran aporte en Vitamina C, no hay que olvidar que el consumo de Vitamina C por sus funciones, es fundamental para el buen funcionamiento del organismo.
Algunas de estas funciones son:
Evita la oxidación celular, previene las infecciones respiratorias, colabora en el mantenimiento de las mucosas, previene los resfriados y equilibra la tensión arterial.
Se recomienda consumir un cítrico al día, ya sea un zumo de naranja, una mandarina, pomelos, etc. Y como esta vitamina se destruye fácilmente con la luz y el calor, nada más exprimir la naranja, hay que consumir el zumo.
El origen de los cítricos es Asia tropical y subtropical, y desde tiempos lejanos se conocen sus propiedades aliadas con la salud de nuestro organismo, pero además de los beneficios para la salud más conocidos, hay algunos otros que os queremos contar.
Las naranjas ayudan al sistema digestivo aliviando la acidez estomacal, cicatrizan las úlceras del estómago y duodeno y además ayuda en la desinfección de las vías digestivas.
Controla el ácido úrico y los niveles de colesterol, lo cual ayuda a prevenir problemas circulatorios y cardiacos. Debido a que controla el ácido úrico, previene de enfermedades como la gota.
En los últimos años la prevalencia de la diabetes ha aumentado, pues bien, el consumo de cítricos previene y controla la enfermedad, ya que estimulan el funcionamiento del páncreas, y en el caso concreto del pomelo, regula el azúcar en sangre y controla las hipoglicemias.
Refuerzan las defensas naturales contra agentes externos nocivos, y como hemos comentado antes aumenta la resistencia contra las infecciones manteniendo el sistema inmune activo.
Ayuda a desintoxicar el organismo eliminando sustancias tóxicas de origen medioambiental, evitando de este modo la aparición de tumores. En el caso concreto de la mandarina elimina el mercurio, cadmio y plomo que se encuentra en la sangre.
La capacidad de depuración de los órganos que tienen los cítrico ayuda a los riñones, vesícula e hígado a evitar cálculos biliares y renales y otro tipo de enfermedades relacionadas que dificultan el funcionamiento de estos órganos vitales.
Ayudan a la limpieza del organismo gracias a sus propiedades diuréticas y también laxantes, de modo que previenen enfermedades como la obesidad, pero claro, su consumo hay que acompañarlo de una dieta sana y equilibrada, además de hacer ejercicio de forma habitual.
Por último, y no por ello menos importante, debido a las vitaminas y aceites esenciales que contienen los cítricos, contribuyen a la limpieza e hidratación de la epidermis, por lo que previenen el acné y embellecen la piel.