Sobre los niños y las comidas siempre surgen dudas, y hay muchos padres que se han preguntado si pueden comer alimentos picantes los niños.
Alimentos picantes
A los niños como los adultos les gusta disfrutar de sabores intensos en las comidas, pero los picantes son sabores que pueden resultar demasiado fuertes para los niños, y de ahí la preocupación de los padres.
El momento en el que a los niños se les puede empezar a introducir alimentos que potencian los sabores, como las especias o hierbas, es cuando los pequeños comienzan a comer con los dedos, pero siempre poco a poco y evitando darles especias demasiado fuertes como pueden ser la nuez moscada y la canela.
Hay pediatras que indican que se puede introducir los alimentos con sabores fuertes y picantes a partir del año, otros contemplan esa introducción a partir de los tres años de edad, porque en algunos casos, al ser tan pequeños, un año de edad, y no estar acostumbrados a los alimentos más básicos pueden desarrollar alergias y reacciones adversas con esos alimentos.
No debemos olvidar que durante la lactancia, los alimentos que comen las madres pasan a su leche materna, de modo que si esta come exceso de alimentos picantes, los bebés puede llegar a desarrollar intolerancias a los picantes.
Cuando empezamos a introducir alimentos picantes o con sabores muy fuertes a nuestros hijos debemos hacer un seguimiento, ya que estos fuertes sabores pueden provocar reflujos en el niño al irritar la mucosa gástrica o intestinal, o pesadez estomacal. En este caso deberemos posponer esta introducción de alimentos picantes para evitar intolerancias.
Los alimentos picantes y los beneficios para la salud
Además de potenciar sabores e incluso matar sabores, los alimentos picantes son de gran ayuda para combatir los resfriados, limpian los pulmones de mucosidades, ayuda a mejorar el aparato digestivo, elimina los gases del intestino y los parásitos intestinales.
En el caso concreto del ajo, además tiene propiedades antisépticas que ayudan a inhibir o matar microbios, y de esta manera ayuda a evitar intoxicaciones alimentarias.
Se usan también para las dietas que tienen como fin controlar el peso, ya que actúan en el metabolismo de la grasa haciendo que aumente el gasto energético ayudando a quemar calorías de los alimentos consumidos. Otra de sus propiedades es la sensación de saciedad que producen, evitando así ingestas copiosas.
Algunos de los alimentos picantes más habituales son ajo, cebolla, cúrcuma, nuez moscada, canela, cardamomo, cayena, jengibre, clavo, pimienta blanca, pimienta negra y pimentón.