El consumo de bebidas y zumos azucarados envasados de forma habitual hace que se ingiera un exceso de calorías que el organismo acumula en forma de grasa.
Si se consumen azúcares de forma frecuente, se puede crear un problema de resistencia a la insulina, ya que el organismo produce grandes cantidades de esta para la metabolización del azúcar en energía. Esa resistencia a la insulina provoca que el azúcar no se metabolice y se acumule en la sangre
La resistencia a la insulina, junto con otros factores de riesgo como la obesidad, la hipertensión o los niveles altos de colesterol, aumentan de forma exponencial el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares graves o diabetes tipo II.
Es por este motivo que debemos tener en cuenta la siguiente información
Refrescos
Durante el verano, aumenta de forma considerable el consumo de refrescos debido al calor, y estos parecen el remedio perfecto para acabar con la sed. No son recomendables hacer uso de ellos en la alimentación, de forma especial aquellos más azucarados. Su consumo habitual puede provocar diabetes y problemas de obesidad infantil debido al alto grado de azúcar que contienen.
Bebidas y zumos azucarados envasado
Están preparados de forma industrial a base de agua y concentrado de frutas. En los últimos años se han puesto de moda y en muchas familias se ha llegado a la falsa creencia de que son buenos para la alimentación de sus hijos. Pero hay que tener en cuenta lo siguiente:
- No son sustitutos de la fruta aunque se hagan con zumo ya que no contienen la mayoría de vitaminas y, por su puesto no tienen fibra.
- Tras su consumo, el azúcar en la sangre sube y decrementa de forma considerable el nivel de apetito, aumentando el riesgo de que nuestros hijos no coman otros alimentos más necesarios para su desarrollo y más beneficiosos para la alimentación infantil.
- Contienen cantidades excesivas de azúcares, incluso los que declaran no tener azúcares añadidos. Lo cual produce un incremento en el riesgo de desarrollar caries dental y también contribuyen a ganar peso en exceso
- En ocasiones producen molestias abdominales y diarrea, debido a algunos de los azúcares o edulcorantes que contienen (el sorbitol sobre todo).
- Su consumo diario parece estar asociado al aumento de riesgo de desarrollar diabetes tipo II y enfermedades cardiovasculares al cabo de los años.
Es preferible que el niño tome fruta fresca, lavada o pelada. La fruta tiene vitaminas y fibra que resultan muy saludables. Tampoco se deben sustituir las bebidas y zumos azucarados envasados por los naturales. Su consumo en niños y adolescentes debe ser algo esporádico
Zumos naturales
Los zumos naturales se preparan exprimiendo las frutas o verduras del que van a ser hechos, y nos aportan todos sus nutrientes y vitaminas. Si son preparados en casa, no contendrán ningún tipo de aditivo artificial, y no es recomendable añadirles azúcares, para así evitar un exceso calórico. En cualquier caso, siempre es mejor consumir la fruta con la piel y la pulpa, cuando se pueda.
¿Los bebés necesitan tomar agua?
Durante el periodo en que su alimentación es a base de leche no hace falta ya que la leche materna contiene el agua necesario. Las leches para lactantes —si están bien preparadas— también, aunque, si el clima es caluroso, puede ser interesante ofrecer un poco más de agua
Cuando el bebé empieza a tomar otros alimentos se le debe ofrecer un poco de agua de vez en cuando. Mejor con vasito que con biberón.
En definitiva, la bebida más saludable es el agua, y en ningún caso se debe sustituir por bebidas y zumos azucarados para de este modo asegurar la sana alimentación y nutrición de nuestros hijos.