Anemia por deficiencia de folato
¿Qué es la anemia por deficiencia de folato?
La anemia por deficiencia de folato se debe a la disminución de la cantidad de glóbulos rojos (causa de la anemia). Esta disminución de glóbulos rojos es por una falta de folato, un tipo de vitamina B, también conocida como ácido folico.
Causas de la anemia por deficiencia de folato
Algunas de las causas más comunes de esta anemia son la anemia hemolítica, al consumo prolongado de medicamentos com sulfasalacina, fenitoína, triamtereno, sulfametoxazol, metotrexato, pirimetamina y barbitúricos. Falta de consumo de frutas y hortalizas, ácido fólico insuficiente en la alimentación.
¿Qué es el folato?
El folato, también conocido como ácido fólico es imprescindible para que se formen y se creen glóbulos rojos.
El ácido fólico se obtiene comiendo hortalizas de hoja verde e hígado, pero al no poder el cuerpo almacenar folato en las cantidades necesarias, se tiene que continuar comiendo alimentos que sean ricos en folato para poder mantener los niveles normales de ácido fólico.
La característica principal de la anemia por deficiencia de folato es que los glóbulos rojos son más grandes de lo normal. A estas células se las llaman megaloblastos, y este es precisamente el otro nombre por el que es conocida la anemia por deficiencia de folato.
El ácido fólico en el embarazo
El ácido fólico es fundamental para el desarrollo del bebé en el útero. La carencia de ácido fólico durante el embarazo es una de la causas de las anomalías congénitas en un bebé. Puedes encontrar más información sobre el ácido fólico y el embarazo aquí.
Los síntomas y el tratamiento
Algunos de los síntomas más comunes son e dolor de cabeza, color pálido, cansancio, ulceras en boca y lengua.
Cuando se producen complicaciones algunas de las consecuencias que se pueden encontrar son aumento de color en la piel, insuficiencias cardiacas, cabellos encanecidos o incluso esterilidad.
Para poder trabajar en el tratamiento de esta anemia hay que llegar a la raíz del problema, por ello es importante acudir al médico para que este pueda llevar a cabo las pruebas necesarias.
Algunos de los tratamientos más comunes son la toma de suplementos de ácido fólico, ya sea por vía oral o intravenosa.
La alimentación es fundamental para poder aumentar los niveles de folato, las hortalizas de hoja verde, cítricos e hígado.
Normalmente, al cabo de unas semanas se empezarán a ver las primeras mejoras.