Los alimentos precocinados están predominando de manera notable en los últimos años en nuestros carritos de la compra. Esto se debe a que muchos hábitos alimentarios están cambiando debido a la falta de tiempo, a que cada vez dejamos más de lado la comida tradicional, o que alimentos como las verduras, pescado o frutas van teniendo menos peso en nuestra dieta diaria.
¿Pero qué son los alimentos precocinados, cuáles son sus características?
Los alimentos precocinados son alimentos que a través de procesos industriales se cocinan y se envasan, habitualmente en envases de plásticos. Están preparados, lo que significan que una vez sacados del envase sólo necesitan ser calentados, excepto cuando estos alimentos están ultracongelados, que necesitarán tiempo de cocinado en el horno o en la sartén.
Este es un invento de origen americano, fue la marca C.A. Swanson and Sons en el año 1953, que más tarde fue adquirida por Campbell Soup Company.
En EEUU se conoce a los alimentos precocinados como alimentos ¨TV dinner¨ que viene a significar que se puede comprar en cualquier supermercado y ser fácilmente elaborado en casa. Más info (Wikipedia).
¿Cómo nos afectan los alimentos precocinados?
Los alimentos precocinados no deberían suponer más que un hecho muy puntual en nuestra dieta habitual, y esto se debe a que estos alimentos tienen mayor porcentaje de grasas saturadas, sales y calorías que los alimentos que nosotros podemos cocinar en nuestra casa.
Tampoco conocemos exactamente la procedencia de los alimentos, ni su calidad, ni su proceso industrial de cocinado, ya que eso puede significar un uso excesivo de aditivos, colorantes y uso de aceites que pueden resultar nocivos para nuestra salud y en los más jóvenes, nuestros hijos empezar a sufrir problemas de obesidad si su consumo se convierte en habitual. También se pueden dar problemas de hipertensión y diabetes.
También el uso excesivo de salsas preparadas, condimentos, etc, nos puede provocar digestiones muy pesadas.
Tipos de alimentos precocinados
Las sopas y los purés
Normalmente vienen envasados en sobres y sólo es necesario añadir agua caliente.
Refrigerados
Son los alimentos que nos encontramos en las neveras de los supermercados y que sólo hay que sacar del envase y calentar. Hay alimentos precocinados refrigerados que no hace falta calentar, como son las ensaladas que vienen presentadas en envases con forma de bol.
Envasados al vacío
La tortilla de patata envasada al vació lista para calentar y comer se ha hecho muy popular en los últimos años. Pero también nos podemos encontrar con pollos precocinados.
Ultracongelados
Estos son los que en mayor cantidad se encuentran en los supermercados y también los más consumidos. Algunos ejemplos son las croquetas, patatas fritas, calamares, pizzas, verduras a la parrilla, etc.
Para poder consumirlos normalmente hay que dejarlos un tiempo fuera del frigorífico antes de cocinarlos.
Conservas
No todas las conservas son alimentos precocinados, como por ejemplo el atún al natural o las anchoas, pero otros como la fabada, albóndigas, etc, sí son precocinados y han de ser calentados para poder ser consumidos.
Es muy importante que no basemos nuestra dieta en este tipo de alimentos debido a todos los problemas que se pueden derivar de su consumo.
En ocasiones nos puede parecer que el precio de estos alimentos precocinados es más barato, que si compráramos nosotros los productos y les cocináramos, pero ¿qué hay de cierto en eso?.
La realidad es bien distinta, ya que los productos usados para este tipo de alimentos son de unas muy bajas calidades, tanto el alimento principal como los aceites y demás condimentos, por lo tanto lo único que nos ahorramos realmente es tiempo, pero en perjucio de nuestra salud y de la de nuestros hijos.
Es por eso que tenemos que tener muy claro qué es sano y qué no lo es, por ejemplo que comemos una ensalada y un pollo asado con unas patatas fritas, no es lo mismo si esto lo cocinamos nosotros que si consumimos alimentos precocinados, ya que;
Si la ensalada la hemos comprado, es posible que contenga salsas y aderezos con una gran cantidad de calorías y azúcares.
Si el pollo es precocinado, no sabemos ni la procedencia del pollo ni su calidad. Tampoco sabemos qué aceites han sido utilizados para su preparación, y hay que recordar que los aceites utilizados para la preparación de estos alimentos son de muy baja calidad y además recalentados en muchas ocasiones.
Y por último, si las patatas fritas fueran ultracongeladas, hay que tener en cuenta que ya han pasado por un proceso de fritura con aceites que serán de la misma manera que la del pollo de muy baja calidad y también recalentado varias veces.
Lo mismo ocurriría si habláramos de croquetas.
Si consideras que no tienes suficiente tiempo para cocinar o que las ideas se te acaban pronto, te invitamos a que visites nuestra sección de menú semanal por cada mes, y también este artículo para comprar barato y sano.
