La salud de los dientes y de las encías es fundamental no sólo para tener unos dientes sanos, si no que además, afectan al sistema digestivo, como puedes leer en el siguiente artículo, Los dientes y el sistema digestivo.
Es por ello que debemos cuidar mucho de ellos, además, si no cuidas de manera constante los dientes, al final acabarás con problemas de diversa índole y gastando mucho dinero en el dentista.
Y una de las mejores maneras de mantener los dientes sanos, es cuidar lo que comemos. Así pues, comer de forma habitual ciertos alimentos y bebidas contribuyen a mantener la boca con mejor salud, a la vez que nos cepillamos los dientes tres veces al día.
Una alimentación adecuada es fundamental en la prevención de la caries, sin olvidarnos del cepillo de dientes. Así pues, tener ciertos hábitos alimentarios, en los que comamos alimentos que contribuyan al cuidado de la boca, y restringiendo al máximo aquellos alimentos que nos producen caries, los llamados alimentos cariógenicos. Puedes leer más sobre estos alimentos en el siguiente enlace; Alimentos cariogénicos.
A continuación te decimos cuáles son los alimentos que debes comer de forma habitual para mantener tu salud dental en perfecto estado.
Los alimentos y la salud dental
Zanahorias, manzanas y peras
Este grupo de tres alimentos tienen características que los convierten en ideales para mantener los dientes sanos y fuertes. Estos alimentos nos obligan a masticar. Y aunque tienen un efecto abrasivo sobre el esmalte, son es tan grande como para estropear los dientes, ya que no afecta a la pared dental. Sin embargo sí que eliminan la placa bacteriana que se acumular entre las encías y los dientes.
Además, la masticación favorece la salivación, lo cual es fundamental para el buen funcionamiento de nuestra boca.
Estos son alimentos ricos en fibras, así que los azúcares que contienen se quedan fijados en los dientes, por ello, debemos enjuagarnos siempre después de comerlo.
Apio
Si a los alimentos anteriores, peras, zanahorias y manzanas, le añadimos el apio, ya tenemos un resultado completo. Esto se debe a que este alimento, también nos obliga a masticar, pero además, sus fibras, se cuelan entre los dientes y limpian las zonas más inaccesibles, haciendo las labores de un hilo dental.
Alimentos cítricos
Con este tipo de alimentos tenemos tener cuidado. Por un lado, algunas de sus propiedades nos vienen perfectamente para la salud bucal, otras no lo son tanto.
Vamos con la parte beneficiosa de estos alimentos. Su alto contenido en vitamina C hace efecto antibacteriano, además ayuda a que las encías, en caso de herida, cicatricen antes, estimulando la síntesis del colágeno, y de esta manera, evita la retracción de las encías.
Además, su fibra insoluble captura los azúcares y disminuye de manera importante el riesgo de padecer alguna caries.
Pero después de tantas propiedades perfectas para la salud dental, hay un pequeño problema, y es el ácido que este tipo de alimentos contienen. Pueden llegar a estropear el esmalte, creando gritas microscópicas, asentándose en ellas bacterias o tinciones (alteraciones del color natural de los dientes por el tabaco, café, etc). Así que cuando tomemos alimentos cítrico, debemos enjuagarnos la boca para que el ácido no llegue a alterar el estado de nuestros dientes.
Avellanas, almendras y pistachos
Estos frutos secos, también nos obligan a masticar, así pues salivamos y limpiamos el esmalte. Pero gracias a las cantidades de calcio que contienen, protegen a los dientes de una posible desmineralización y neutralizan los ácidos que pueda haber en la boca. De este modo se convierten en un postre ideal, sobre todo si hemos comidos alimentos que hayan dejado ácidos en nuestra boca.
Verduras de hoja verde
Estas verduras, aportan importantes cantidades de fibra y calcio, y ya hemos visto anteriormente cómo actúa tanto el calcio como la fibra en favor de la salud de nuestra dentadura. Son perfectas porque nos hacen masticar, y así salivamos. Eso sí, también provocan tinciones, así que después de comerlas, hay que enjuagarse bien la boca.
Quesos curados
Este tipo de quesos son ricos en calcio y en fósforo, y resulta que estos minerales ayudan a neutralizar los ácidos que se generan con la fermentación de los hidratos de carbono. Y cuando estos fermentan, no sólo erosionan el esmalte, si no que además se genera un ecosistema perfectos para las bacterias de las caries.
Otra de las propiedades beneficiosas del consumo de este tipo de quesos es que son ricos en caseína. Esta proteína evita que se desmineralice el esmalte, haciendo que no los dientes aguanten fuertes y no se fragilicen.
Estos quesos, además, aumentan la salivación y así también sube el pH bucal.
Yogures
Con los yogures ocurre un poco lo mismo que con los quesos curados. Estos también son ricos en caseína, calcio y fósforo, de modo que los beneficios son los mismos.
Té verde
Las infusiones son una de las grandes desconocidas, y aunque en los últimos años parece que están más presentes en nuestra dieta, no dejan de ser testimoniales, y esto, a pesar de las grandes ventajas y aportes que nos ofrecen. Con respecto a la salud dental, el té verde aporta tanto polifenoles con acción bacteriana como flúor. Además nos hidrata.
En el caso de flúor, este ayuda a reforzar el esmalte al formar fluoruro de calcio con la reacción con el calcio del esmalte.
Agua
El agua como tal no es considerado un alimento, pero sí es cierto que sin agua no podríamos sobrevivir. Pero beber agua nos mantiene hidratados, y en el caso de nuestra boca, mantiene hidratadas las encías, ayudando a mantener los niveles de salivación más apropiados.
No debemos dejar que nuestra boca se quede seca, ya que si esto sucede, la propensión a una mala salud aumenta.
Chicles sin azúcar
Los chicles tampoco son un alimento, pero los que no contienen azúcares y contienen edulcorantes, resultan beneficiosos para la salud dental. Estos últimos,resultan inocuos para las caries. Y además al estar masticando continuamente favorecemos la salivación, eliminamos la placa bacteriana de los dientes y mantenemos la boca hidratada.