Debido al frecuente consumo de las legumbres en nuestra dieta, la alergia a las legumbres ocupa el puesto número cinco dentro de las alergias alimentarias infantiles. Dentro de los niños alérgicos, el 10% lo es a las lentejas y el 6,7% lo es a los cacahuetes.
Un poco sobre legumbres
Las legumbres son un alimento que podemos considerar bastante sano, pero en ocasiones, como otros alimentos, pueden producir reacciones alérgicas.
Las legumbres que suelen tener mayor impacto en las alergias son los cacahuetes, altramuz, soja, guisantes y lentejas, en el lugar opuesto se encuentran las judías en sus diferentes tipos, blancas, pintas o verdes.
Hay que recordar, que también como ocurre con otros alimentos, las legumbres se utilizan en la industria alimentaria con otros fines como son espesantes y estabilizantes para los alimentos que se presentan envasados. Esto ocurre con los aditivos E-410, E-412, E-413 y E-414. Para más información sobre aditivos, os dejo este enlace Aditivos alimentarios
¿Cómo se manifiesta la alergia a las legumbres?
La alergia a las legumbres es más frecuente en niños que en niñas.
No es muy habitual alergia a las legumbres en edades adultas.
La alergia a las legumbres se manifiesta de una forma similar en todas las legumbres y suelen ser desde una urticaria, rinitis, alergia oral hasta crisis asmáticas, anafilaxia (reacción inmunitaria generalizadad del organismo siendo una de las complicaciones más graves y además que puede causar la muerte. Fuente: Wikipedia), y en el peor de los casos podría llegar hasta la muerte.
¿Cómo se trata la alergia a las legumbres?
Como con todas las alergias, la forma más eficaz es eliminar la legumbre a la que se es alérgico de la dieta.
Esto incluye también los productos industriales, ya que en el caso de aquellos que son alérgicos a la soja o cacahuetes, se pueden encontrar trazas de estos, es por ello que para evitar problemas tengamos presente leer siempre el etiquetado de los productos. También es por ello que se aconseja evitar al máximo posible el consumo de productos industriales.
Además de los aditivos nombrados al principio en los que nos podemos encontrar trazas de legumbres (E-410, E-412, E-413 y E-414), también se usan bastante en los procesos de panificación como en las harinas de leguminosas, que contienen lentejas, soja, habas y judías.
Los emulgentes que contienen lecitina de soja.
En el caso de los hidrolizados de caseína que se usan para los niños alérgicos a la leche, estos contienen aceite de soja.
Muchos de los productos precocinados que están rebozados, contienen trazas de legumbres.
Hay que evitar que los niños alérgicos a las legumbres puedan tener contacto o estar expuestos a los vapores de la cocción de legumbres.
El médico alergólogo y la alergia a las legumbres
Es el encargado de hacer un seguimiento de cómo se va desarrollando la alergia así como de indicarnos cómo tratar la alergia, qué evitar, y en caso de un contacto inesperado con legumbres, ante la reacción alérgica qué debemos hacer.
Será él el encargado de recetarnos, si fuera necesario, adrenalina precargada en caso de ingestión accidental, para que el niño sea capaz de poder administrársela él mismo o bien los padres o los cuidadores del niño en el momento de la ingestión.
Identificar al niño como alérgico
Se recomienda que el niño siempre lleve una identificación de su alergia, ya sea a las legumbres o cualquier otra. Además se debe comunicar en el colegio a los responsables que el niño es alérgico para evitar un desafortunado consumo que pudiera generar una reacción alérgica.
Siempre se ha de hacer saber tanto al médico como al farmacéutico que el niño es alérgico, para evitar reacciones alérgicas de ciertos medicamentos.
Se debe leer con detenimiento el prospecto de este en el apartado de su composición.